El Inspector General de Policía de Nigeria anunció que la Brigada Especial Antirrobo, conocida como SARS, se disolverá, según un comunicado de la policía.
«IGP MA Adamu … hoy, 11 de octubre de 2020, disolvió el Escuadrón Especial Antirrobo (SARS) en los 36 Comandos de la Policía Estatal y el Territorio de la Capital Federal (FCT)», dijo un comunicado del portavoz policial Frank Mba.
Todos los agentes del SARS se están reasignando con efecto inmediato, agregó Mba.
Sin embargo, aunque la noticia fue bien recibida por los manifestantes jubilosos, prometieron seguir marchando en sus demandas para poner fin a la brutalidad policial en todas sus formas y hacer que los agentes deshonestos rindan cuentas.
El hombre ha sido nombrado Jimoh Isiaka y su muerte fue confirmada por el gobernador del estado de Oyo, Seyi Makinde.
Los manifestantes en la capital de Nigeria, Abuja, también informaron que la policía estaba usando cañones de agua y disparando munición real durante una marcha el domingo por la tarde.
Las protestas a nivel nacional fueron la culminación de semanas de ira y protesta en línea por parte de los jóvenes del país por denuncias de secuestro, acoso, asesinato y extorsión por parte del SARS.
El hashtag #EndSars ha sido tendencia en todo el mundo desde el viernes y la gente en Nigeria lo ha estado usando para compartir videos e imágenes de la policía usando cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.
Una mujer que estuvo en la marcha de Abuja el sábado, donde también se utilizó gas lacrimógeno, dijo a FGTELEVISION que las protestas fueron pacíficas hasta que la policía comenzó a disparar contra los manifestantes.
Ndi Kato, de 31 años, dijo: «Nadie arrojó nada ni hizo nada malo. Nadie estaba siendo beligerante, pero la policía siguió amenazándonos».
Las protestas solidarias tuvieron lugar el domingo en Reino Unido, lideradas por el actor John Boyega, y en Washington DC, en Estados Unidos. Ambos países tienen una gran población de inmigrantes nigerianos.
Las personas detenidas por el SARS han sufrido métodos de tortura que incluyen ahorcamiento, simulacros de ejecución y violencia sexual, según Amnistía.