Cambio de juego, contragolpe o descolgada. Llámele como quiera, pero la jugada anunciada anoche por el gobierno estatal, el de Zapopan y la directiva de Chivas, fue de alarido (unos a favor y otros en contra, como en todo partido). Fue sorpresivo, pero se anunció que al partido de mañana entre Chivas y América podrá entrar el 15 por ciento del aforo. Las cuentas indican que serán casi siete mil los afortunados, de quienes se dice serán patrocinadores, empleados del club, familiares y conocidos de los jugadores, y parte de los abonados con tarjeta. No habrá taquillas abiertas. La decisión se cocinaba desde hacía ya varios días, pero ayer se aceleró por la premura del tiempo. Tal vez esperaron a ver si Chivas libraba su aduana contra Necaxa, lo que al final ocurrió. Tan es clásico el partido, que ya se adelantó la polémica. ¿A quién le va? Estamos hablando de futbol, por supuesto.
La presencia de aficionados en el Chivas-América despertó el interés de organizadores de otros espectáculos en Jalisco. Los directivos de Charros, por ejemplo, ya hacen cuentas para ver si podrán recibir a un 15 por ciento de su estadio, lo que representa 2 mil 400 aficionados al beisbol. Y no dude usted que promotores de conciertos y demás también tienen sus antenas muy atentas, aunque la mayoría de los espacios para música y teatro es en lugares cerrados, lo que cambia de fondo la expectativa. ¿Contemplarán las mesas de Salud y Reactivación estas otras actividades?
Un galimatías de términos se ha utilizado para el caso de Felipe Tomé. La Fiscalía dice que al empresario “se lo llevaron” del lugar, mientras que en medios y redes se habla de secuestro, levantón y privación ilegal de la libertad, lo que ha generado cierta polémica en torno a cuál es la situación del afectado ¿Qué pasó con el empresario? No importa el término. Lo importante para él, su familia y Puerto Vallarta, es una resolución del caso lo más pronto posible.
Al acercarse la fecha del relevo en el Poder Judicial será relevante este martes observar la presentación del libro sobre gobernanza judicial que coordinó el magistrado Luis Enrique Villanueva Gómez. Con la presencia confirmada del afamado académico Luis F. Aguilar y del rector Ricardo Villanueva, la obra será presentada en el patio central del Supremo Tribunal.