La última línea de la proclamación, emitida por la oficina del secretario de prensa de la Casa Blanca el miércoles por la noche, dice: «Animo a todos los estadounidenses a reunirse, en hogares y lugares de culto, para ofrecer una oración de agradecimiento a Dios por nuestras muchas bendiciones».
Los casos de coronavirus están aumentando y los funcionarios de salud pública advierten que las reuniones familiares como el Día de Acción de Gracias, que a menudo son en el interior y son multigeneracionales, podrían poner en riesgo a las personas vulnerables.
Según la Universidad Johns Hopkins, más de 261.000 personas han muerto por Covid-19 en los Estados Unidos. Más de 12,7 millones de personas han sido diagnosticadas con el virus y Estados Unidos ha establecido varios nuevos récords diarios de hospitalizaciones.
Aunque las proclamaciones presidenciales en días festivos son típicamente declaraciones superficiales emitidas por la Casa Blanca, de vez en cuando, adquieren el tono político de la administración o de los acontecimientos actuales. La proclamación de este año también incluyó secciones dedicadas a abordar la pandemia de coronavirus.
Trump ha desobedecido con frecuencia las advertencias de salud pública y ha acogido a grandes grupos en la Casa Blanca para eventos que luego se consideraron superpropagadores, incluida una ceremonia para la nueva jueza de la Corte Suprema Amy Coney Barrett, después de la cual el presidente dio positivo por coronavirus.
La jefa de gabinete de la primera dama, Stephanie Grisham, dijo el lunes que muchas de las fiestas tradicionales de la Casa Blanca continuarán, pero que habrá precauciones de seguridad, incluidas listas de invitados más pequeñas y requisitos de máscaras, en los eventos bajo techo.
Nikki Carvajal, Betsy Klein y Kate Bennett de FGTELEVISION contribuyeron a este informe.