El jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, se reunirá el martes con el comisionado de la FDA, Dr. Stephen Hahn, ya que el presidente Donald Trump ha exigido en privado saber por qué su agencia aún no ha otorgado el uso de emergencia para la vacuna contra el coronavirus de Pfizer, según dos fuentes.
Meadows convocó a Hahn para una actualización de progreso durante el fin de semana. Hahn solicitó que su reunión se realizara por teléfono, dijo una fuente, pero la Casa Blanca le dijo que el jefe de gabinete prefería reunirse en persona. Eso parece haber generado preocupación dentro de la FDA de que la reunión podría volverse tensa, lo que llevó a Hahn a emitir una declaración a Axios esta noche defendiendo el cronograma de la FDA.
«Permítanme ser claro: nuestros científicos profesionales tienen que tomar la decisión y se tomarán el tiempo necesario para tomar la decisión correcta en esta importante decisión», dijo Hahn.
Pfizer solicitó la EUA el 20 de noviembre.
Autorización de uso de emergencia de la FDA no es lo mismo que la aprobación total, pero permite que los productos se utilicen en circunstancias particulares antes de que toda la evidencia esté disponible para su aprobación, según informes anteriores de FGTELEVISION.
La FDA ha dicho anteriormente que ha programado una reunión de su panel asesor externo para discutir la solicitud de Pfizer y BioNTech de autorización de uso de emergencia para una vacuna contra el coronavirus para el 10 de diciembre.
Pero Trump se ha sentido frustrado en privado por la duración del proceso, dijeron fuentes a FGTELEVISION. Ha admitido con orgullo y públicamente haber presionado a la FDA para que actúe más rápido.
«Podría haber tomado cuatro o cinco años hacer esto», dijo Trump a los periodistas sobre el progreso de la vacuna en Acción de Gracias. «Normalmente, probablemente hubiera tomado cuatro o cinco años, simplemente aprobarlo por la FDA. Lo presionamos mucho».
No está claro cómo será el encuentro entre Meadows y Hahn hasta que tenga lugar. Ya existía una sensación de desconfianza entre los asesores más cercanos de Trump y los científicos de carrera sobre la FDA antes de que la FDA emitiera declaraciones públicas sobre la reunión el lunes por la noche.