Neoliberalismo y dinamismo (I)


Recientemente Joseph Stiglitz, nobel de economía, sentenciaba: “… La credibilidad de la fe neoliberal en el libre mercado como forma más segura de alcanzar la prosperidad compartida está en terapia intensiva… Las élites prometieron que las políticas neoliberales llevarían a más crecimiento económico y que los beneficios se derramarían de modo que todos, incluidos los más pobres, estarían mejor que antes”.

Por otro lado Edmund Phelps, también nobel en economía, explica este periodo de bajo crecimiento y desigualdad por la pérdida del dinamismo que había llevado al mundo occidental a un florecimiento sin precedentes desde el siglo XIX hasta los años setenta. La clave de entonces, explica, fue un sistema dedicado a la generación de innovación endógena, con un acendrado grado de dinamismo definido “como el deseo, la capacidad y aspiración a innovar”.

Individualmente, innovar estimula la mente y nos enaltece con la emoción de adentrarnos a lo desconocido para resolver los problemas que nos llevan a nuestro objetivo, provocando gran satisfacción en nuestro trabajo.

Phelps responsabiliza a la inhibición del emprendimiento a lo que llama “corporativismo”, una especie de contrato social donde todo mundo tiene que estar protegido por el Estado, desde las empresas, campesinos y por supuesto los de mayores desventajas. En su manifestación más dañina, la asociación del poder económico con el político han bloqueado las oportunidades de los que podrían progresar a través de su espíritu innovador. El nobel clama por un capitalismo moderno, donde la economía es guiada por empresarios que en sus negocios quieren hacer la diferencia, construir a la sociedad, no nada más hacer dinero, porque la búsqueda del dinero muchas veces compite con la búsqueda de la innovación.

Reconociendo que la libertad individual y de los mercados, como condición necesaria para la innovación y dinamismo, no necesariamente genera justicia y equidad, admite la necesidad de un Estado que las produzcan, pero sin inhibir el dinamismo.

Hoy en México palpita más fuerte que nunca el espíritu del emprendimiento y la innovación. Cómo convertirlos en ese dinamismo y florecimiento serán reflexiones de mi próxima entrega. 

@PatyArmendariz



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