No renuncie a sus sueños


thomas Alva Edison tuvo más de mil intentos fallidos antes de producir la lámpara eléctrica. Cuando le preguntaron “¿qué se siente fracasar más de mil veces?”, Alva Edison respondió: “no fracasé más de mil veces, la lámpara eléctrica es un invento de más de mil pasos”.

Albert Einstein habló hasta los cuatro años y aprendió a leer casi a los siete. Padres y maestros lo consideraban de una inteligencia inferior. Eventualmente aprendió a hablar, a leer y también “algo” de matemáticas.

Henry Ford “quebró” cinco veces antes de que su firma se convirtiera en sinónimo de éxito industrial en su tiempo.

Cuando Alexander G. Bell expandía el mercado de teléfonos, ofreció los derechos a Western Union, quienes lo rechazaron diciendo: “¿Para qué podría esta compañía querer ese juguete?”

Decca Records resolvió no cerrar contrato con los Beatles, basado en una evaluación que rezaba: “no nos gusta el sonido de sus guitarras”.

 Van Gogh, durante su vida, solo vendió una pintura, fue a la hermana de uno de sus amigos, por el equivalente a 50 dólares. En 1987 su pintura “Lirios” fue vendida por un valor récord de 53.9 millones de dólares, y en 1990 su retrato del “Doctor Gachet” fue vendido por un nuevo importe récord de 82.5 millones de dólares. Así, ¡nunca renuncie a sus sueños! Autor anónimo.

Amigo lector: pareciera que no perseguimos objetivos que trasciendan lo material y perduren, que tenemos muchos deseos, pero pocos sueños, aun sabiendo que los sueños son la brújula que nos indica el camino a seguir y las metas a alcanzar. Sueños que nos impulsan a escribir nuestra propia historia.

Que no lo detenga la pandemia ni lo gobierne el desaliento, viva su sueño y no el de otros; escuche a su corazón y no a su ego.

Es su responsabilidad, de usted depende que su vida sea un sueño o una pesadilla. Deje su confort, que para avanzar hay que pagar el precio y enfrentar obstáculos.

Y recuerde que no es grande el que nunca falla, sino el que jamás se da por vencido; que quien no ha fracasado, es porque no ha vivido; que si los sueños rejuvenecen a los viejos, su ausencia, envejece a los jóvenes; que cuando abandona un sueño, con él se muere una parte de usted.

¿Qué opina? _



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *