No hay duda de que, entre todas las autoridades del país, es la jefa de Gobierno de Ciudad de México quien ha impulsado y llevado a cabo los mayores esfuerzos para contener la pandemia.
Por mucho el mayor número de pruebas por habitante, los kioskos de atención, la identificación de casos por barrio y colonia, las pruebas masivas de cualquier tipo —de hecho, en CdMx se hacen algo así como la mitad de todas las que se hacen en el país—, los seguimientos a casos, el intento de identificación y rastreo con el código QR, visitas a domicilios, ampliación hospitalaria, la insistencia en el uso de cubrebocas y muchos más.
Sabemos también que varias de estas medidas han sido en contra de algunos deseos de López-Gatell, pero eso no ha detenido las acciones del gobierno de la ciudad.
Ciudad de México es, para bien y a veces para mal, Ciudad de México, entre otras cosas porque no es solo la ciudad como lo marca la geografía política, sino que es eso que llamamos el Valle de México. El centro de población más grande, la región económica y políticamente más importante del país. Y sí, siempre un caos que a veces es una alegría y ahora ha resultado en tragedia.
El agotamiento del encierro, la necesidad económica, el frío y simplemente la cantidad de gente y actividad económica de la capital nos tienen hoy en llamas. La capacidad hospitalaria, el estándar por el cual se ha medido el éxito o fracaso de la estrategia de contención, está en niveles alarmantes. Seamos claros, en niveles que según por lo que se decía hace algunos meses deberíamos haber cambiado a semáforo rojo, con todo lo que eso implica.
Sheinbaum no ha querido dar ese paso por las consecuencias económicas que significaría y porque en el gobierno federal no quieren. Pero el fin de semana es día de la Guadalupe y después empiezan las posadas y las reuniones de Navidad y fin de año.
¿Alcanzarán los insistentes y serios llamados de la jefa de Gobierno para que no se hagan fiestas, reuniones, salidas a restaurantes y a compras navideñas? ¿Alcanzará con las acciones de las autoridades correspondientes para “conminar” a vecinos a no hacer fiestas y reuniones y a las multas que no permiten esa acción? ¿Son, han sido suficientes las “extensa campañas” para cuidarnos?
@puigcarlos