La forma en que la historia juzgue a Hugo López-Gatell dependerá de las consecuencias que tenga la pandemia de coronavirus en México, afirmó el periodista Rodrigo Pérez Ortega en un artículo publicado en la revista Science en referencia a las críticas que ha recibido tanto de desaprobación, como de apoyo en la aplicación del Modelo Centinela a nueve meses de la emergencia sanitaria.
Fue en este protocolo, que originalmente se aplicaba a los brotes de gripe, donde el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud “depositó su confianza” para hacer frente al virus, aun con pleno conocimiento de la insuficiencia crónica de fondos que padece el sistema de salud, afirma el artículo del periodista.
A medida que las muertes en México ocasionadas por el covid 19 aumentan, muchos han cuestionado su liderazgo, tanto que a principios de agosto, los gobernadores de nueve estados exigieron su renuncia. Sus defensores, por otra parte, dicen que está tomando decisiones acertadas basadas en la ciencia y haciendo lo mejor que puede con los recursos a su disposición, recordó el periodista científico.
El artículo titulado Mexico’s controversial coronavirus czar (El controvertido zar del coronavirus de México), desmenuza las acciones que López-Gatell ha tomado en medio de la crisis, explicando el por qué de las fuertes críticas hacia los aciertos y fallos del promotor de la salud. Muchas de las cuales, según López-Gatell, vienen de motivaciones políticas.
“La fama puede ser nueva para López-Gatell , pero las pandemias no lo son”, resalta el periodista. Dos años después de terminar su doctorado, fue nombrado jefe de epidemiología en la Secretaría de Salud, justo a tiempo para combatir el virus H1N1 que llegó en 2009.“López-Gatell dice que la experiencia le enseñó muchas lecciones, incluidos los peligros de una mala coordinación entre las instituciones gubernamentales y el ‘oportunismo político’ de los funcionarios que intentan aprovechar la crisis”, explica Pérez Ortega.
Los cuestionamientos planteados en el texto se encaminan a la eficiencia del modelo centinela, como las pruebas per cápita aplicadas en el país, que en comparación con otros, México se encuentra entre los más bajos: “México ha realizado alrededor de 17 pruebas por cada mil personas en total, mientras que Estados Unidos ha realizado más de 30 veces esa cantidad”.
Además, la confianza en este modelo, afirma, “puede haber impedido que López-Gatell Ramírez y su equipo hicieran predicciones precisas. Pronosticaron que la pandemia alcanzaría su punto máximo alrededor del 8 de mayo, con 4 mil 500 casos diarios”.
Tratándose de cifras, se ha sugerido que en México la diferencia entre los casos estimados y los reales es mayor: “Como en casi todos los países, no se registran todas las muertes por covid-19. Pero la brecha entre las estadísticas y la realidad puede ser particularmente amplia en México”. En el informe presentado por los funcionarios a finales de noviembre, en donde se menciona un “exceso de muertes por todas las causas”, se estima que el covid esté relacionado con 156 mil muertes de personas que no se realizaron la prueba.
Otro tema a debatir y que ha provocado fuertes críticas hacia López-Gatell, tienen que ver con el cierre de fronteras: “Mientras Europa y Estados Unidos estaban lidiando con sus primeras oleadas de infecciones, desaconsejó el cierre de las fronteras de México. Hacerlo dañaría la economía, dijo, pero no evitaría la llegada de la pandemia”.
Y finalmente, la polémica que pone en tela de juicio el criterio del doctor: el uso de cubrebocas. “Su postura sobre las mascarillas es quizás la más controvertida: a pesar de la creciente presión del público, políticos y científicos que citan evidencia de que las mascarillas pueden reducir la transmisión viral, López-Gatell Ramírez aún no ha ordenado su uso en todo el país”.
“A pesar de las adversidades, el sistema de salud mexicano ha logrado algunas victorias con López-Gatell Ramírez. A partir de un déficit de más de 310 mil trabajadores de la salud, dice, el sistema contrató a más de 47 mil personas en cuestión de meses y triplicó el número de camas de cuidados intensivos con ventiladores”, expone el periodista.
Con claroscuros en la toma de acciones, el caso es que a estas alturas de la pandemia, no hay mexicano que no sepa quien es López Gatell, luego de que éste se parara frente a reporteros casi todas las noches para dar una conferencia de actualización de datos, refiere el autor.
“Su comportamiento firme, su discurso cuidadoso y su personalidad cortés han hecho que sus conferencias de prensa televisadas sobre el coronavirus sean aún más populares que las del Presidente del país”, considera.
Algunos observadores piensan que la escasez de dinero fue la verdadera razón de las pruebas limitadas. Alejandro Macías, médico de enfermedades infecciosas y ex zar de México contra la influenza H1N1, duda que López-Gatell realmente creyera que el enfoque sería exitoso.
El periodista advierte que “la forma en que la historia juzga a López-Gatell, sin embargo, puede depender en última instancia de las consecuencias de la pandemia en su nación”.
JLMR