El pasado 10 de diciembre, Inegi publicó los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe, 2020). En un país donde la cifra negra supera el 90%, este instrumento es una de las herramientas más eficaces para aproximarnos a lo que sucede en materia de violencia y delincuencia en el país, Nuevo León no es la excepción. Los resultados de este año nos dicen mucho sobre las tendencias en materia de seguridad en la entidad. Cabe mencionar que a pesar del discurso triunfalista de las autoridades, el 70% de la población en Nuevo León sigue considerando la inseguridad como el principal problema en la entidad.
Probablemente los datos más preocupantes de la encuesta este año corresponden a extorsión y secuestro. La cantidad de nuevoleoneses que mencionan haber sido víctimas de extorsión en 2019 creció 73% en relación con el año 2018, pasando de una tasa de 2 mil 947 casos por cada cien mil habitantes en 2018 a una tasa de 5 mil 104 casos por cada cien mil habitantes en 2019. Siendo la extorsión el delito que más creció en la entidad en 2019, acercándose al robo/asalto en la calle o transporte público, que sigue siendo el delito más común en la entidad con una tasa de 5 mil 149 casos por cien mil habitantes.
En lo concerniente a secuestros, aunque la Envipe no reporta este delito a nivel estatal, los datos nacionales muestran un aumento de aproximadamente 30% en el año 2019 en comparación con el 2018. Los 106 mil 886 delitos de secuestro reportados para 2019 superan los niveles de años como el 2012 y 2014. De los últimos 8 años, solo en 2013 se reportaron más secuestros que en 2019. Además, se reitera la tendencia en ascenso de este delito que viene desde 2016.
Aunado a lo anterior, la Fiscalía General del Estado debería estar preocupada por el mal desempeño de la dependencia que sigue evidenciando la Envipe en su versión 2020. El porcentaje de delitos denunciados en Nuevo León cayó de 12.6% en 2018 a solo 10.4% en 2019. También cayó el porcentaje de delitos en los que la fiscalía inició una carpeta de investigación de 8.4% en 2018 a 7.1% en 2019. La cifra negra en Nuevo León de 92.9% sigue siendo superior al referente nacional de 92.4%. Para rematar, con el 44% de las carpetas de investigación que inicia la fiscalía no sucede nada.
Otros que deberían estar preocupados son los jueces. El 57% de la población de Nuevo León los considera corruptos. Para los nuevoleoneses, los jueces son más corruptos que los ministerios públicos, policías estatales y policías federales o guardias nacionales. Los únicos que son percibidos como más corruptos que los jueces son los tránsitos y policías municipales. Tampoco inspiran confianza en la ciudadanía. Mientras que la Marina y el Ejército tienen niveles de confianza superiores al 90%, los jueces apenas alcanzan un 69%. Incluso están por debajo del Ministerio Público que tiene un nivel de confianza del 70%.
¿Todo es malo? No. Los delitos de fraude, robo de vehículo, robo a casa habitación y robo o asalto en la calle mostraron disminuciones significativas en comparación con 2018. También mejoró la percepción sobre la seguridad. Mientras en 2018, 81.7% de los nuevoleoneses consideraba que vivir en el estado era inseguro, en 2019 esa cifra disminuyó a 71.9%. También se redujo de 46% a 39% la cantidad de personas que consideraba que vivir en su colonia era inseguro.
En pocas palabras, aún estamos lejos del escenario triunfalista que pintan muchas autoridades.
Doctor José Andrés Sumano Rodríguez
Profesor-investigador de El Colegio de la Frontera Norte