Ciudad de México /
Hace poco más de cuatro años, un niño afgano de nombre Murtaza, reventó las redes sociales a nivel mundial, después de que se hiciera famosa una foto suya en la que confeccionó con una bolsa de plástico la playera de la selección argentina con el dorsal número 10 y el nombre de Lionel Messi. Dando pie a una búsqueda por parte del argentino que derivó en una aparición especial previo a un partido.
Las escenas del pequeño abrazando y de la mano del capitán del Barcelona también le dieron la vuelta al mundo, pues logró hacer su sueño realidad en una de esas grandes historias que nos ha dejado el balompié.
Sin embargo, dos años después, su familia reconoció con tristeza que el gesto que tuvo Messi, quien además envió un par de cajas con camisetas para el pequeño, terminó por convertirse en una auténtica pesadilla, pues los vecinos y la gente cercana a su domicilio, pensaron que el argentino le había enviado fuertes sumas de dinero, por lo que temieron por su integridad.
“Hubo gente que vino a nuestro pueblo preguntando cuáles eran las condiciones de vida del padre de Murtaza y cosas parecidas, como si hubiéramos recibido mucho dinero de Messi, había gente merodeando alrededor de nuestra casa por la noche. Estaba muy preocupado”, dijo el padre del menor.
Ante el acoso, el padre agregó que “no hemos tenido una vida tranquila durante estos años. No vivimos en paz”, por lo que optaron por mudarse con unos familiares.