El Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ) en la Ciudad de México, reveló que entre el 26 de febrero y el 5 de junio de 2020, 45 por ciento de sus pacientes covid-19 que fallecieron, no tuvieron acceso a ventilación mecánica debido a la falta de camas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), por lo que no lograron sobrevivir, esto es 110 de los 241 hospitalizados que perdieron la vida en ese lapso.
“El 45% de los pacientes que no sobrevivieron justificaron su ingreso en UCI, pero no recibieron atención IMV / UCI (ventilación mecánica) debido a la falta de disponibilidad de camas de UCI. Además, la tasa de mortalidad a lo largo del tiempo se debió principalmente a la disponibilidad de camas en la UCI, lo que sugiere indirectamente que el hacinamiento fue uno de los principales factores que contribuyeron a la mortalidad hospitalaria”, concluye el estudio publicado en la revista Plos One.
El estudio analizó a 800 pacientes hospitalizados con neumonía por SARS-CoV-2 confirmada, de los cuales 559 se recuperaron (69.9%) y 241 murieron (30.1%) durante la hospitalización. De los pacientes que fallecieron, 105 (43.6%) recibieron ventilación mecánica y 110 (45.6%) no recibieron el soporte completo, “tenían hipoxemia refractaria pero no fueron intubados por disponibilidad de camas en UCI”, mientras que 26 pacientes más estaban bajo órdenes de no resucitar.
Indica lo anterior, el artículo de investigación “Mortalidad intrahospitalaria por covid-19 grave en un centro de tercer nivel de atención de la Ciudad de México, causas de muerte, factores de riesgo e impacto de la saturación hospitalaria”, realizado por una veintena de especialistas del INCMNSZ, incluido su director David Kershenobich.
“Especulamos que el hacinamiento de la UCI en este centro de atención terciaria fue un determinante principal de este fenómeno. El aumento de las muertes entre mayo y junio se debió principalmente a los pacientes que no recibieron ingresos por ventilación mecánica invasiva en la Unidad de Cuidado Intensivo”.
Ello revela –indica el artículo– indirectamente una escasez de camas en la UCI, así como el hacinamiento hospitalario y, por lo tanto, un retraso en la admisión en la terapia intensiva, que es un factor de riesgo independiente de mortalidad y, en el caso particular del síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA), es un factor importante que perpetúa la lesión pulmonar siempre que la ventilación mecánica esté indicada de manera inminente.
De acuerdo con el estudio, entre los supervivientes, 101 (18%) recibieron ventilación mecánica y 458 fueron atendidos en salas de hospitales generales o en unidades de atención médica intermedia.
Las causas de muerte
En general, la principal causa de muerte en todos los casos fue el síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) en 67%, (159 personas) seguido del shock séptico en el 19% (45) y MODS en el 9,2% (22). Las arritmias, la embolia pulmonar y los síndromes coronarios agudos fueron causas raras de muerte en el grupo estudiado. Además de que el 88% del total de muertes se atribuyeron directamente a la infección por SARS-CoV-2 y el 12% se asociaron indirectamente.
Al analizar la causa de muerte entre los pacientes que no ingresaron a la Unidad de Cuidado Intensivo, a pesar de los requisitos de ventilación mecánica invasiva, el 95% de ellos falleció por insuficiencia respiratoria hipóxica, el síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA).
Por el contrario, entre quienes fallecieron, pero sí estuvieron intubados, la principal causa de muerte fue el shock séptico en el 42% de los casos; además, todos los pacientes que ingresaron en UCI y fallecieron presentaron insuficiencia respiratoria, 85%, insuficiencia hemodinámica y 49% insuficiencia renal; mientras que el 85% tenía más de una insuficiencia orgánica.
Los investigadores señalan que la mortalidad bruta parece ser similar a la de otros grupos de estudio, donde el 45% de los pacientes no supervivientes y el 14% de los pacientes hospitalizados que desarrollaron una enfermedad crítica y justificaron el ingreso en la UCI no recibieron ventilación mecánica debido a la falta de disponibilidad de camas en terapia intensiva, “no solo en este hospital sino en toda el Área Metropolitana de la Ciudad de México”.
“Estos números arrojan luz sobre el desafortunado pero urgente problema de la saturación del sistema de salud y el racionamiento de recursos de la UCI durante la pandemia”.
Resaltaron que la disminución de la mortalidad a lo largo del tiempo está impulsada principalmente por la disminución de las muertes entre los pacientes que no recibieron ventilación mecánica, aunque la mortalidad en terapia intensiva también disminuyó con el tiempo, “lo que creemos podría explicarse por la mejora de la atención en la UCI y la adquisición de experiencia en el manejo de estos pacientes en las áreas habilitadas de UCI”.
Los especialistas destacaron que incluyeron la dexametasona en el estándar de atención de los pacientes, a partir del 30 de junio de 2020, una vez que los Institutos Nacionales de Salud publicaron una recomendación formal.
En cuanto a los factores del paciente asociados a la mortalidad, los hallazgos de este estudio son similares a reportes previos en los que aumentó el número de comorbilidades, especialmente diabetes y obesidad, el género masculino, así como un aumento de marcadores inflamatorios relacionados con la insuficiencia orgánica, se asociaron con un mayor riesgo de muerte intrahospitalaria.
“Aunque desafortunado, este análisis revela un problema tácito en los países de recursos limitados con respecto a la disponibilidad de suministros para manejar desafíos de atención médica como la pandemia del SARS-CoV-2”.
RLO