Monterrey /
Ante la sequía en la entidad que afecta a familias y productores agropecuarios del sur de Nuevo León, el Grupo Legislativo del PRI en el Congreso del Estado exhortó al Ejecutivo Federal, a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y a la empresa Agua y Drenaje de Monterrey, para que implementen proyectos y programas que beneficien al sector agrícola y ganadero, con el abastecimiento de granos y agua en las zonas más críticas.
El diputado Francisco Javier Jara Cura, durante la sesión ordinaria, y desde tribuna, refirió que en días pasados se sintió una fuerte ola de calor que ocasionó estragos en los municipios del norte y sur de Nuevo León, ya que hasta la fecha no existe un plan hídrico que satisfaga las necesidades más esenciales de sus habitantes.
“Solicito al Ejecutivo federal y al titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural para que, en el ámbito de sus facultades, implementen proyectos y programas que beneficien al sector agrícola y ganadero en el abastecimiento de granos y agua para la zona sur de nuestra entidad.
“Exhorto también con carácter de urgente al director de Agua y Drenaje de Monterrey, para que realicen acciones de coordinación con las autoridades federales y municipales competentes y puedan atender el grave problema de desabasto de agua que están padeciendo los miles de familias del sur del estado”, dijo.
El integrante de la Comisión de Fomento al Campo, Energía y Desarrollo Rural aseguró que los municipios más afectados por la sequía y falta de granos son Doctor Arroyo, Aramberri, Mier y Noriega y Galeana.
“Resulta apremiante que las autoridades de los tres niveles de gobierno realicen acciones conjuntas para poder garantizar no sólo el abastecimiento de agua para consumo humano, sino para el cultivo de diversos productos como son la papa, el maíz, el frijol y las semillas para la siembra que llevan a cabo los pobladores de estas regiones”, señaló el también integrante de la Confederación Nacional Campesina.
“Esto no sólo afecta gravemente a la población dentro de sus hogares, sino que también afecta la manutención del ganado que en estas zonas se produce, ya que las lluvias han sido escasas para recolectar el vital líquido dentro de las represas y los aljibes que existen”.
Mencionó que la situación se ha agravado por la pandemia de covid-19, lo que hace recordar el antecedente histórico y catastrófico de la sequía sufrida en 2011, que dejó cerca de 60 millones de pesos en pérdidas por la muerte de 3 mil cabezas de ganado y que dañó cerca de 50 mil hectáreas de diversos cultivos.