
Al dirigirse a la reunión del G7 de hoy, los funcionarios dijeron que esperaban dos áreas de enfoque principal para el grupo de líderes: determinar dónde pueden reforzar el apoyo a las defensas aéreas de Ucrania y la situación energética incierta a medida que se acerca el invierno.
La reunión, que ya está en marcha, se había estado preparando antes de los bombardeos del lunes en Kyiv y otras ciudades, pero la reunión asumió una nueva urgencia ya que Rusia apuntó a objetivos civiles.
Los funcionarios han estado trabajando en una declaración conjunta del G7 para publicar cuando concluya la reunión, pero no estaba claro si incluiría nuevos anuncios conjuntos importantes sobre sanciones, asistencia de seguridad o independencia energética de Rusia. Un funcionario europeo dijo que no se esperaba que de la reunión surgieran resultados importantes.
En cambio, los líderes esperan volver a demostrar la unidad occidental cuando escuchen al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, quien espera que los funcionarios continúen pidiendo mejores defensas aéreas y más sanciones contra Rusia.
El lunes, Zelensky mantuvo conversaciones telefónicas separadas con seis de los siete líderes del G7: el presidente estadounidense Joe Biden, el francés Emmanuel Macron, el alemán Olaf Scholz, la británica Liz Truss, el canadiense Justin Trudeau y el italiano Mario Draghi.
Biden también habló con el canciller alemán Scholz, presidente del G7, este fin de semana, en parte para prepararse para la llamada de hoy. Si bien la Casa Blanca no mencionó la amenaza nuclear de Rusia en su lectura, el tema sí surgió en la conversación.