Es importante tratar de definir el populismo y distinguir sus principales características, para conocer la orientación ideológica del gobierno, compararlo con sistemas similares y prever los posibles resultados.
Con ese propósito, expongo de manera libre no textual, las siguientes ideas tomadas de la obra de Roger Bartra: La fractura mexicana:
“Ernesto Laclaud dice que es imposible definir el populismo; que no puede definirse como la expresión de una clase social como obreros o campesinos; ni como resultado de la segregación de sectores sociales en la transición a la modernidad.
Dice que el populismo es una cultura política, cuyo discurso reduce la pluralidad social a una palabra vacía el “pueblo”; y lo opone al poder hegemónico.
El populismo oscila entre la supresión del Estado, o su preservación como Estado fascista.
Las características del populismo, según Gino Germani son: Un líder carismático, autoritarismo, nacionalismo, mediaciones clientelares, anticapitalismo, simbología nacionalista, la exaltación del pueblo, y formas de socialismo y de capitalismo de Estado: es decir, fórmulas híbridas paradójicas.
El autoritarismo, como característica del populismo, se funda en la fuerza personal del líder; cuyo discurso suele ser una mezcla ideológica que gira en torno a la exaltación del “pueblo”.
Termino estas ideas, tomadas del libro de Bartra, con lo siguiente: “El populismo, como cultura política, no es una alternativa de desarrollo socioeconómico y político.
No es una opción por un modelo socialista ni una vía de crecimiento capitalista acelerado”.
Para el estudio comparado del populismo podemos tomar en cuenta: el peronismo, el cardenismo, el priismo echeverrista, el chavismo y las trágicas experiencias del fascismo y el socialismo soviético.
La comparación con nuestro gobierno no debería ahondar la polarización, sino servir para establecer, en un debate constructivo, los aciertos y errores: y reorientar el rumbo del país.
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