En honor a la verdad querido lector, debo reconocer que en lo personal yo esperaba un abstencionismo muy grande el pasado domingo, sin embargo, me equivoque, si bien fue en número redondos la mitad los que votaron, es decir, de cada dos que podían hacerlo, solo uno votó, es en realidad muy bajo, tan solo el 50% se animó a salir a las urnas.
Pero y reitero, el daño pudo haber sido peor, a final de cuentas las casillas se abrieron, los sufragios transcurrieron sin mayores contratiempos, al final la voz del ciudadano se hizo escuchar y los resultados como era de esperarse se dieron más o menos como se habían pronosticado, quizá la sorpresa es que no todo fue para uno o dos partidos, hubo de todo, estuvo variadita la repartición.
El gran perdedor si queremos encontrar uno, es sin duda el Movimiento de Regeneración Nacional, si lo comparamos con las elecciones pasadas, retrocedió en varios municipios, incluso hasta el corte del día de hoy, Morena se ha colocado como la tercera fuerza de este Estado, y esto quizá pueda ser la antesala de lo que llegaría a pasar a nivel nacional en elecciones futuras, la gente al parecer está desangelada con el efecto AMLO y el partido que él formó.
El ganador, aunque no les guste a muchos resultó ser el PRI, cierto es que no ganó todo lo que dijo, pero sí avanzó de manera muy considerable para este cierre del 2020.
Recuperó municipios importantes dentro del mapa político y se consolidó de nuevo como un contendiente serio para el futuro venidero, para cuando salga esta nota es probable que, si la tendencia continúa, Pachuca, la capital de Hidalgo habrá regresado a ser tricolor, el PRI de nuevo gobernará Casa Rule.
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