Con la salud, NO


Cómo explicarles a los mexicanos que, en plena crisis por la pandemia, están desmantelando un fondo para que el gobierno disponga libremente de 33 mil millones de pesos que antes estaban especialmente destinados a atender la salud de los mexicanos? Esta es la pregunta que deberían hacerse todos los diputados de Morena que votaron a favor.

Quitarle recursos al Fondo de Salud, es en palabras muy sencillas, ordenar que se retire el dinero de esa bolsa especial para atraer hasta 33 mil millones de pesos a la bolsa común del gobierno.

Si la intención fuera emplear ese dinero para atender la salud de las familias mexicanas, como lo han señalado algunos intentando defender esta medida, ¿por qué no reformar el fondo?, ¿por qué no hacer cualquier tipo de adecuación, pero dejando el dinero en esa bolsa especial?

Es una burla y un engaño de forma y fondo. De forma, porque lo habían intentado hacer cuando eliminaron los fondos y fideicomisos de desastres naturales, de ciencia y tecnología, de la Financiera de Desarrollo Rural, entre otros, y no habían podido porque lo quisieron hacer de manera ilegal.

De forma, porque el martes lo votaron de manera rápida en comisiones y lo metieron al orden del día en el pleno, mientras se desarrollaba la comparecencia de la secretaria de la Función Pública. Ayer, insistieron y, lamentablemente, lo lograron. De fondo, porque el dictamen no garantiza que los recursos que serán retirados del fondo podrán ser únicamente empleados para atender la salud de los mexicanos.

A través del Fondo de Salud se atiende a personas que no tienen ningún otro tipo de servicio médico y que padecen enfermedades como el cáncer.

Son 66 enfermedades de alta especialidad las que son tratadas gracias a este fondo, todas ellas consideradas como gastos catastróficos por el alto costo que tiene su atención y medicamentos por la alta especialidad que requieren como las relacionadas con trasplantes.

No hay palabras para describir lo que le están haciendo a la salud de millones de mexicanos, a sus familias. ¿Mejor un tren, una refinería o un aeropuerto que la vida de tantas personas? Se equivocaron una vez más, pero ahora no solo es lamentable, es repugnante. Con la salud, NO. _

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