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LA FGR SUELTA OTRA BOMBA DEL CASO SINALOA. ¿QUÉ OTRAS CABEZAS RODARÁN?
Felipe Guerrero Bojórquez

De nuevo, la Fiscalía General de la República vuelve a poner en evidencia a la Fiscalía de Sinaloa, pero ahora de manera más contundente y sin medias tintas. Halló el lugar donde presuntamente fue asesinado el maestro Héctor Melesio Cuén, donde igualmente secuestraron a Ismael “El Mayo” Zambada y la pista de donde salió el avión en el que lo trasladaron a Estados Unidos.

Pero el informe no solo queda ahí, sino que la FGR está anunciando que los datos “serán sometidos mediante debido proceso a las autoridades judiciales federales” y que las investigaciones ministeriales y policiales seguirán adelante hasta integrar debidamente los expedientes correspondientes”. Como quien dice, en los próximos días habrá acusaciones directas de la Fiscalía Federal ante los jueces federales correspondientes. ¿Habrá detenidos?

En este espacio comentamos hace dos entregas que, ante la falta de información de parte de los Estados Unidos sobre el caso Ismael Zambada y Joaquín Guzmán López, sería la Fiscalía General de la República la que investigaría a fondo para poder establecer una hipótesis más creíble de lo que sucedió el pasado 25 de julio en Culiacán.

Efectivamente, el contenido de la carta de “El Mayo” Zambada, publicada a través de su abogado, ha sido clave en las investigaciones de la FGR tanto para establecer la hipótesis de que el también llamado “sr. del sombrero” fue presuntamente secuestrado y trasladado fuera de México y que, en el inmueble ya localizado, Héctor Melesio Cuén sufrió las lesiones que lo llevaron a la muerte. Por lo tanto, se desacredita cada vez más lo afirmado en la carpeta de “investigación” de la Fiscalía de Sinaloa, en el sentido de que al ex rector lo agredieron a balazos por resistirse al robo de la camioneta en que viajaba.

La FGR es contundente en el comunicado oficial que emitió ayer por la tarde sobre el avance de las investigaciones, donde establece claramente que “la información sobre lo ocurrido en una gasolinera en el municipio de Culiacán NO ES ACEPTABLE”. Es decir, el meollo central de la “investigación” de la ahora ex fiscal Sara Bruna Quiñones y de sus subalternos que aún siguen en la fiscalía, fue hecho giras. Y aún tienen el descaro, algunos de ellos, de enviar sus currículums para ser tomados en cuenta en la elección del o la nueva Fiscal en Sinaloa cuando claramente están en la picota.

En su boletín la FGR dice que ha logrado “establecer con toda precisión la pista de donde salió el avión que fue utilizado para el presunto secuestro de Ismael N”. Igualmente indica que localizó el inmueble donde se llevaron a cabo los probables delitos de “privación ilegal de la libertad, homicidios, lesiones y actos vinculados con desaparición forzada, en los cuales está vinculada la agresión que llevó a la muerte a Héctor N”. “La parte exterior de dicho inmueble ya está protegida por la Agencia de Investigación Criminal de la FGR mientras se realizan las diligencias respectivas”. Del mismo modo la institución puntualiza sobre la localización de los vehículos utilizados en el posible secuestro.

Llama la atención el anuncio de la Fiscalía federal sobre Joaquín Guzmán López: “Ya está preparada la solicitud de orden de aprehensión por secuestro y también por la privación ilegal de la libertad de una persona en territorio nacional para entregarla a autoridades de otro país, trasladándola fuera de México con tal propósito”. ¿A caso bajo la definición de este delito el gobierno de México estaría reclamando la extradición de Guzmán López? Todo puede ocurrir.

Cada vez más las investigaciones de la FGR desnudan no solo a las autoridades responsables en la Fiscalía local, sino a toda una red de funcionarios involucrados de un modo u otro en este caso. ¿Cuántas “investigaciones” a modo no se habrían hecho en el pasado para cubrir a verdaderos responsables de delitos e incriminar inocentes? Ahí está el tema de los funcionarios de la UAS y algunos políticos de MORENA que han sido perseguidos. ¿Cuántos delincuentes que se pasean orondos por todo Sinaloa que ni siquiera son investigados o no cuentan con una orden de aprehensión? Y las preguntas son válidas de frente a de lo que son capaz de hacer algunos funcionarios y jueces por tal de desviar la verdad y proteger a quienes les dan indicaciones, ya sea desde las sombras del poder formal o desde los poderes fácticos.

¿Cuántos estarán involucrados y tendrán que responder por la integración de un expediente que no solo trataba de ocultar la verdad sobre el asesinato de Cuén Ojeda, sino de todo lo que había atrás de ello? Muy grave porque en una deducción elemental los funcionarios de la Fiscalía de Sinaloa estarían tratando de establecer una cortina de humo para distorsionar los hechos y, al mismo tiempo, ocultar lo que ahora la FGR saca a la luz.

En esta lógica habrá sin duda detenidos y otros que, para eludir su responsabilidad, estarían huyendo de Sinaloa. ¿Y jurídicamente como le irá a la señora Sara Bruna con todo esto que expone la FGR en donde evidentemente, por omisión o por comisión, hay delitos que perseguir? Pronto, muy pronto se sabrá.

Con esta nueva bomba, y en su próxima visita a Sinaloa, el presidente López Obrador tendrá más clara la película, aunque desde hoy seguramente hará declaraciones en la mañanera. ¿Qué otras cabezas caerán? Ya veremos.

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