MANUAL PARA NO ENTENDER CÓMO VOTAR.
Felipe Guerrero Bojórquez
¿Qué tanto saben los ciudadanos que el próximo primero de junio de este año, por primera vez en la historia, habrá elecciones para integrar a un nuevo Poder Judicial? Y la respuesta es que no solo la mayoría lo ignora sino que, los pocos que lo saben, no entienden casi en lo absoluto el procedimiento de la elección.
Es más, muchos de quienes se postularon, tampoco han logrado descifrar el enredo que significa lo más elemental del proceso, como el manejo de las boletas en las que se votará por un número y no por el nombre de la persona. Se trata de una papeleta con una lista interminable de aspirantes y de diversos puestos a ocupar. Además no es una sola boleta; en algunos casos serán hasta 10, seis para la elección federal de distintos colores cada una, y cuatro más para la elección de juzgadores locales en 19 entidades del país. Todo un desmadre por llamarle lo menos.
Disculpen ustedes, pero la gente no únicamente ignora lo que significa cada cargo, mucho menos el perfil idóneo para ello. Y ahí le van: Son 9 cargos para ministras y ministros, de los que deberá elegir a 4 para hombres y 5 para mujeres. 2 cargos para Magistraturas de las Salas Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).15 cargos para Magistraturas de las Salas Regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).5 cargos para Magistraturas del Tribunal de Disciplina Judicial. 464 cargos para Magistraturas de Circuito. 386 cargos para Personas Juzgadoras de Distrito. Si en las elecciones normales las y los electores, los representantes de casillas que son los que cuentan los votos no dan con bola, mucho menos lo harán con este absurdo de elección. Y ahí va más: Para todo esto, en el país, se instalarán 84 mil 202 casillas para elegir lo que serán 881 cargos del Poder Judicial. ¡Uta!
Pero vea usted como recibirán al votante los ciudadanos que estarán al frente de las urnas, mismos que le entenderían mejor al tablero de un cohete espacial que a este súper galimatías. Cheque porque hay más. ¿Está listo? Ahí va:
Al llegar a la casilla se entregarán seis boletas para la elección federal de distinto color cada una, independientemente de que se agreguen otras para elegir a jueces locales: «1 morada para elegir Ministras y Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.1 azul para Magistraturas de Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.1 turquesa para Magistraturas del Tribunal de Disciplina Judicial.1 naranja para Magistraturas de las Salas Regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.1 rosa para Magistraturas de Circuito.1 amarilla para Juzgados de Distrito.» ¡Qué tal! Muy entendible todo ¿verdad?
Pero la cosa no para ahí. Ya estando las boletas multicolores en manos del votante ¿qué es lo que va a ver en ellas? Verá una larga lista de nombres numerados cada uno, divididos por género, de lado izquierdo las mujeres y derecho los hombres, y en la parte superior las papeletas, que son verdaderas sábanas, tiene recuadros con letras rosas que indica el puesto por el que se votará. Así o más clarito.
¿Y ahora, cómo fregados votar?
Ahí le va esta parte que idearon al vapor los genios electorales y que, a nombre del «pueblo», la cúpula morenita dictaminó, de golpe y porrazo, que habría que terminar con la «corrupción» en el Poder Judicial.
Hay que recordar que, previo a todo este merequetengue, producto de la premura por cumplirle su capricho al señor que habita en «La Chingada», los genios de la 4T inventaron la «tombolocracia», dónde al azar los propios senadores morenitas, encabezados por el confrontativo Fernández Noroña, en el recinto que honraron los hombres más brillantes del Constituyente de 1854 y 1917, se pusieron a cantar los números como si de gritones de la Lotería Nacional se tratara, devaluando de paso la investidura, y a los niños que dominan ese oficio.
Pero se retoma la pregunta: ¿Y como votarán los ciudadanos? Ahí les va: Las boletas traen recuadros en blanco, los cuales corresponden a la cantidad de personas candidatas que se deberán elegir. Y para seleccionar a la elegida se tendrá que poner el número que antecede a su nombre. Ahí vamos. ¿Le seguimos?
Pues le seguimos: Por el lado derecho únicamente se elegirá a las candidatas mujeres y del lado derecho se pondrán solo los números de los candidatos hombres. Para ministros y ministras de la SCJN se elegirán cinco mujeres y cuatro hombres, es decir, en total 9. ¿Ahí la llevamos?
Bueno, pues sí. Ahí la llevamos: Para Magistraturas de Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación se deberá poner el número de una mujer y un hombre. En total 2. Ahí vamos. Para Magistraturas del Tribunal de Disciplina Judicial colocarás el número de tres mujeres y dos hombres. Un total de 5. ¿Le entienden verdad? Chingón. En el caso de Magistraturas de Salas Regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, se deberá elegir los números de dos mujeres y un hombre. En total 3. Ahí la llevamos. Bien clarito todo. En el caso de las boletas rosa y amarilla se tendrá como elemento adicional las especialidades por color: Penal, Administrativa, Civil. ¡Nombre, genial! Para las Magistraturas de Circuito deberás seleccionar el número de una mujer y un hombre por cada especialidad. ¡No, pos sí!
Para los Juzgados de Distrito se tiene que seleccionar el número de una mujer y un hombre por especialidad. ¡Qué barbaridad! Qué remate tan nítido.
Todo eso explica el porqué la presidenta Claudia Sheinbaum, los Monreal, los Adán Augusto, las Luisas Alcaldes y los gobernadores de MORENA exigen meterse a promocionar el proceso electoral, aunque la ley lo prohíba. Es que saben muy bien que a la gente no le interesa, no solo porque de manera natural está desinformada, sino porque aunque la pongan a estudiar un curso intensivo nunca le entendería a este soberano engorro. La 4T ocupa acarreados para tratar de evitar el fracaso de esta elección, y justificar mínimamente eso de que «el pueblo» exigió el cambio en el Poder Judicial. Saben también que el engorro técnico a la hora de votar anulará millones de boletas, por lo que ya acordaron que no serán los ciudadanos de las casillas los que cuenten los votos, sino los funcionarios del INE, quienes acordaron presentar los resultados en 10 días y no en tres como lo marca la ley electoral. Solitos y encerrados cuadrarán a su antojo los resultados de una elección de suyo caprichosa, engorrosa, inentendible por donde se le vea y, al final, podría ser hasta fraudulenta.
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