Sentado en un cuarto iluminado con tonos rojizos, el maquillista profesional de Disfraces Monalisa, Arturo, Rocco, cuenta que los regios son exigentes para ser los más terroríficos en la Noche de Brujas, pero admite que este Halloween será diferente por la pandemia del covid-19.
Rocco, quien tiene 11 años de experiencia como maquillista enfocado en el horror, se sienta en un sillón rojo, dando la espalda a 620 cartas de baraja inglesa que fueron colocadas una por una; refiere que todo comenzó cuando un amigo le lanzó un reto: él deseaba ser un zombi y Arturo aceptó.
“La neta es que este Halloween hay que comprar brochas, porque cada uno que venga a la concurrencia, tenemos que darles un kit de maquillaje personal para que no vuelvan a usarse. Es preocupante también, a muchos no les importa porque quieren que les maquille yo”, carcajeó y se acomodó su cubrebocas huesudo.
Pero lo cierto es que no solo los clientes son rigurosos, pues Rocco siempre busca trabajos elaborados; en esta temporada trata de meter los cuatro maquillajes más increíbles que puede encontrar, insiste que entre más difícil mejor.
Para este sábado a las 10:00 deberá transformar a una persona en Hulk, usando una prótesis para hacerlo fit, trabajo en el que empleará cerca de 4 horas.
Los niños no se quedan atrás. Nunca falta el menor que acude cada año a Monalisa y solicita salir de la tienda como todo un zombi. El reto es encontrar una novedad, pues según Rocco, The Walking Dead “ya no da miedo”.
“Suelo hacer caracterizaciones de cara con mucha sangre. De los disfraces, las mujeres piden el traje sexy porque no quieren verse extrovertidas, sino llamativas, y al caballero le toca lo malo… de pegar la ceja y látex. Los miembros de la comunidad LGBT dejan más lana, aunque ellos también buscan otro concepto por la onda drag queen”, narró al mostrar una transformación.
Rocco se detiene y piensa en que disfrazará a un socio, pero a los pocos minutos se convence y se va por lo clásico: colocarle una prótesis del diablo.
Bastaron unos 16 minutos para que el demonio cogiera su guadaña, se acomodara su túnica negra con un plumaje de gallina negra y tomara a una criatura del inframundo, víctima de sus garras por no acatar sus órdenes de fotografiarlo en un cuarto.
A la vanguardia
Derivado de las colaboraciones que ha hecho en la Sultana del Norte, Ciudad de México y en Estados Unidos, Rocco afirma que está a la vanguardia por los cursos que ha tomado en línea relativos al maquillaje en 3D y nuevas técnicas.
Más allá de Halloween, la historia de Arturo pinta para largo, pues también realiza macetas de cerámica, vidrio y concreto, pero le apostará a los muebles “escalofriantes”.
“La idea es hacer mi propia galería en conjunto con las personas que ya trabajamos en Monalisa, pero debemos hacer algo más vendible y quiero hacer muebles con calaveras y todo que vaya de la mano del terror, pero con piezas ya hechas por nosotros.
“En Monalisa tenemos el concepto de cafetería, en lo personal voy por otro tipo de concepto, una cafetería de terror en Monterrey”, presumió.