
EL FRAUDE YA SE CONSTRUYÓ, SOLO FALTAN LOS ÚLTIMOS PASOS.
CHISPAZO
Felipe Guerrero Bojórquez
En la elección del próximo domingo no está el fraude; el fraude ya se cometió desde que a base de chicanadas Andrés Manuel López Obrador sacó adelante la reforma al Poder Judicial. El objetivo era aplastar a la minoría legislativa, y para ello no se tentó el corazón al negociar el voto que le faltaba en el Senado con lo más nefasto de la política en México: Los Yunes de Veracruz.
Y todo MORENA aplaudió a rabiar a quienes años y días antes consideraban lo más sucio del país, pero se trataba de ir estableciendo poco a poco el fraude patriótico, hasta destruir las instituciones que eran el contrapeso constitucional de la República y rematar ahora en la liquidación total del Poder Judicial.
Se llenan la boca la presidenta del INE y del Tribunal Electoral, Guadalupe Taddei y Mónica Soto respectivamente, diciendo que
el llamar a no votar es antidemocrático, como si la abstención no fuera un derecho de suyo legal para no legitimar un proceso podrido desde sus raíces..
El próximo domingo lo que veremos es la formalización de un fraude operado burdamente en apresurados pasos. Luego de la faramalla de elección vendrá un oscuro conteo, y posteriormente la ratificación de números por parte del INE y el Tribunal Electoral, para terminar de consumar el prurito dictatorial de López Obrador.
Cierto, si la justicia caminaba lenta en medio de algunos jueces, magistrados y ministros corruptos, aún así el equilibrio entre poderes se ofrecía en lo general porque, igualmente, los procesos de corrupción en el Poder Ejecutivo, principalmente, son un mal histórico que hasta hoy es consustancial a las tentaciones del dinero público. Y la 4T no ha estado exenta de los grandes fraudes y corruptelas en el ejercicio de su función.
A la presidenta Claudia Sheinbaum y a su mentor AMLO, les urge legitimar las chapuzas con las que vinieron construyendo el fraude y, sobre todo, justificar eso de que «la reforma judicial la pidió el pueblo» durante la campaña presidencial, lo que es falso. Hoy tienen el problema de que ese «pueblo» no saldrá a votar porque no solo no sabe donde están ubicadas las casillas, mucho menos conoce el perfil de los candidatos y requetemenos qué ofrecen, porque los que representan al Poder Judicial no están para cumplir peticiones electorales, están para cumplir y aplicar la Constitución así y alguien haya votado por ellos. La neta, una verdadera aberración.
Hoy pues, ante esta sombría realidad para el oficialismo, el galimatías de boletas y el engorro para ubicar casillas, la meta central es acarrear gente a votar, dotarlo de acordeones para que sufraguen por los candidatos de MORENA, luego llevarse los votos al INE, con todo y boletas no utilizadas, para que su personal los cuente durante diez días a solas. La pregunta es: ¿Y que harán con las papeletas en blanco? Bueno, no es difícil que la gente sospeche, de acuerdo al desespero antidemocrático mostrado, que haya embarazo de urnas. ¿O no?
¿Cual voluntad popular solicitó reformar al Poder Judicial? La Reforma la pidió AMLO en venganza porque la mayoría de los Ministros de la Corte no se sometieron a sus caprichos pero, además, vio con preocupación que hasta esta instancia podrían llegar demandas para tumbar el blindaje opaco de todo el dineral invertido, sin ton ni son, en sus obras infuncionales como el Tren Maya, el Aeropuerto Felipe Ángeles, la refinería Dos Bocas y otros como el escandaloso fraude en Segalmex, Birmex y la mega farmacia que resultó un fiasco, además del desvío de grandes sumas de dinero y petróleo para apoyar a países gobernados por dictaduras. Hoy, con el nuevo Poder Judicial, afín a MORENA y a la 4T, la presidenta Sheinbaum asegura no tocarle un pelo a su maestro, blindarlo de posibles demandas para que se aclaren tantas anomalías a los ojos de los mexicanos y el mundo. Ese es el tema.
La «justicia» que se viene ahora será para proteger las pillerías del régimen, a sus funcionarios, gobernadores, alcaldes, legisladores y líderes de MORENA como hasta hoy se ha observado. Para la presidenta son unos santos, honestos y fieles a pesar del evidente rechazo y señalamientos de la gente. Por el contrario, como se ha demostrado, el nuevo Poder Judicial que se viene, afín al gobierno, servirá para perseguir a quienes disienten de ellos y no precisamente para defender ese su pretexto llamado «pueblo».
Sin duda lo que vendrá, cerrará la pinza de un sistema dictatorial que cada vez es más patente.
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