Esta semana iniciaron las comparecencias de los secretarios del gabinete del gobernador Alfredo Del Mazo Maza, con motivo de su tercer informe de gobierno ante el pleno de la Legislatura mexiquense. Como es costumbre el primero en asistir fue el secretario general de Gobierno, Ernesto Nemer Álvarez, recién llegado al cargo. Le siguieron seguridad, finanzas y otros.
Las presentaciones de los funcionarios ante los diputados, no han cambiado en absoluto con respecto a otros años ni otras legislaturas. Y lo que es costumbre de los legisladores emanados de un partido distinto al del gobernador, sus posturas son de reproches y de críticas. Mientras que la de los secretarios de cuentas alegres y cifras oficiales que no son el reflejo de lo que está viviendo el pueblo mexiquense.
Los legisladores se desviven por criticar y reprochar al gobernador a través de sus interlocutores, los integrantes del gabinete que comparecen. Los funcionarios, obvio defienden la postura oficial, y no hacen en lo absoluto un ejercicio de autocrítica. Y todo está bien desde el gobierno y todo está mal desde la perspectiva de los diputados.
Es lamentable que las comparecencias sirvan más para el lucimiento personal de los integrantes del gabinete y no para responder a lo que el pueblo demanda: Resultados. Y que estos eventos sean más de poses disque en defensa del pueblo haciendo reproches y críticas por parte de los legisladores.
La crítica es buena, es sana y además muy importante para quien la hace y más para quien la sabe recibir, porque servirá para mejorar lo que está mal y con ello responder a los reclamos de la población, en cuanto a la búsqueda de satisfacción de necesidades.
Sin embargo, en los tiempos actuales lo que menos se hace es crítica, sino reproches y por lo tanto todo queda en descalificaciones y expresiones subjetivas, que no abonan ni a la democracia ni al desarrollo de una entidad que lleva estancada muchos años, de acuerdo al CONEVAL.
La única diferencia en esta ocasión en las comparecencias de los secretarios del gobierno estatal, fue que no llegaron con el sequito de colaboradores y aduladores como en años anteriores, no porque no quisieran, sino por las medidas sanitarias que exigen un número determinado de personas en un espacio cerrado, ante la crisis provocada por el virus Sars CVov 2 causante de COVID.
De lo contrario el recinto legislativo hubiese contado con salas alternas, para que los colaboradores y empleados de cada dependencia asistieran a escuchar a su titular, para aplaudir sus intervenciones y abuchear los reproches de los diputados. En esta ocasión los funcionarios llegaron acompañados de un grupo muy reducido.
Es una pena que los diputados no aprovechen las comparecencias de los integrantes del gabinete para tender puentes de negociación y lograr que sus propuestas se traduzcan en políticas públicas en beneficio de los mexiquenses. Pero les interesa más el impacto mediático asumiendo poses de reproche y supuestas críticas.
Y por el otro lado que los funcionarios, no sean capaces de hacer un ejercicio de autocrítica y proponer puentes de para el diálogo, en busca de un solo objetivo, el bien de los mexiquenses.