El cierre de escuelas y las restricciones de movimiento han provocado que los niños en Inglaterra sin estructuras de apoyo sólidas retrocedan en áreas clave de habilidades, como aritmética, lectura y escritura, e incluso cómo usar un cuchillo y un tenedor.
Los hallazgos fueron presentados en un informe el martes por Ofsted, un organismo de control de estándares educativos que monitorea las escuelas en Inglaterra. Los empleados de Ofsted llevaron a cabo la evaluación visitando a más de 900 proveedores de educación y asistencia social durante septiembre y octubre.
Algunos niños en los primeros años de educación tuvieron que volver a usar pañales a pesar de haber aprendido a ir al baño, según el informe, mientras que muchos en el mismo grupo de edad también perdieron el progreso temprano con palabras y números.
«Entre los niños mayores, los inspectores escucharon que muchos ahora carecen de resistencia para leer y escribir; algunos han perdido aptitud física; y otros muestran signos de angustia mental, que se manifiesta en un aumento de los trastornos alimentarios y las autolesiones», agregó el informe.
La inspectora jefa de educación, Amanda Spielman, dijo que la decisión de mantener abiertas las escuelas durante el segundo cierre nacional de Inglaterra en noviembre fue «una muy buena noticia».
«El impacto de los cierres de escuelas en el verano se sentirá durante algún tiempo, y no solo en términos de educación, sino en todas las formas en que impactan en las vidas de los jóvenes», agregó Spielman.
A pesar de que las instituciones educativas reabrieron este otoño, un número creciente de padres está optando por la educación en casa. Los maestros dicen que los padres están motivados por el miedo a los virus, en contraposición al compromiso de brindar una educación sólida en el hogar.
Ofsted dijo que también estaba preocupado por una caída en las referencias a los servicios sociales, lo que da la alarma de que el abuso puede pasar desapercibido.