A callar bocas por milésima vez


En el papel es ya un Super Bowl para la posteridad, pero quiero que Tom Brady lo gane y no porque le voy a los Patriotas. Durante dos décadas se le ha faltado el respeto a uno de los mejores atletas de todos los tiempos, no solo en su deporte. Una victoria más y con otra franquicia no tan desgastada en el debate como Nueva Inglaterra, que en mancuerna con Belichick repartía elogios, por supuesto callaría bocas de una vez por todas. De no ser así sería necedad.

La postemporada actual habla por sí sola respecto al debate entre ambas figuras. Más allá de que el ingrediente principal sean los 18 años y 45 días de experiencia que separan a los dos quarterbacks que representan la vieja guardia y nueva sangre en los emparrillados, existe el morbo por acabar de definir quién es Tom Brady como figura deportiva. Sin ser un ángel con escándalos tanto con los Pats como por fuera a lo largo de su carrera, no hay duda que ha sido la ejemplificación de cómo con pasión, amor por lo que haces y dedicación, se puede conseguir prácticamente todo. Para los más jóvenes sigue siendo una especie de superhéroe. Sin reflejar mero orgullo por su legado y arrogancia por su prestigio, proyecta el carisma que solo alguien que disfruta momento a momento puede tener. No hay mayor compromiso que el de él, y eso va más allá de su régimen alimenticio. El repentino regreso de los Bucs al protagonismo no radica solo en el desempeño de Brady, quien tuvo varios tropiezos en el Juego de Campeonato de la Nacional, sino en la inspiración que provoca la excelencia en su carrera. Ha creado una cultura y su ejemplo hace la diferencia. Redefinió el propósito de una franquicia y es como si el resto del equipo se exigiera más por contar con él. A sus críticos se les agotan los pretextos, su nivel es tal que “definitivamente considera” jugar hasta después de los 45. ¿Por qué no lo haría? Este domingo compite en su cuarto Super Bowl desde que llegó a las cuatro décadas. Mahomes por otro lado ilusiona con todo lo que puede lograr, ya demostró que este tipo de escenario no le queda grande. Un atleta quizá más completo que ha entendido el rol que se les exige hoy en día más allá del campo. Voz y figura en la lucha por la justicia social, fue sin duda un aspecto en el que a Brady le faltó quitarse el miedo. Una vez más hay que agradecer el presenciar en tiempo real la majestuosidad que representa un duelo como este.



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