ABRE ESTE SÁBADO SUS PUERTAS «EL GRAN ACUARIO MAR DE CORTÉS».

ABRE ESTE SÁBADO SUS PUERTAS «EL GRAN ACUARIO MAR DE CORTÉS».
Felipe Guerrero.
Este sábado 29 de abril, desde las diez de la mañana, el Gran Acuario Mar de Cortés inicia operaciones. No se va a inaugurar, solo abrirá sus puertas al público y sus tarifas son prácticamente promocionales en tanto, formalmente, las autoridades correspondientes dan el banderazo de arranque oficial.

Es probable que sea durante el mes de mayo cuando los Secretarios de Turismo de las cinco entidades que corresponden al Mar de Cortés, organicen sus agendas de acuerdo a la fecha que proponga el Secretario Federal de Turismo, Miguel Torruco Marqués.

Pero, igualmente, más allá de una ceremonia oficial, se abrirán las puertas de un recinto que en los últimos días se convirtió, aún más, en espectacular escenario porque sus enormes peceras cobraron vida con la introducción de miles de animales de la vida marina y, es casi seguro, que en las últimas 24 horas hayan arribado otras especies que venían en tránsito.

Hay unas peceras, por ejemplo, al aire libre, en forma de estanques en los que los niños pueden meter las manos para tocar las mantarrayas y jugar con su cariñosa docilidad. Se trata de interactuar con animalitos sin que se trastoque sus emociones o forma de vida.
En otra área hay dos enormes peceras con corales artificiales, creados a partir de sofisticadas máquinas cuyo funcionamiento se enseña a los niños, al igual que las metodologías generales que los investigadores, ahí mismo, utilizan para despertar el interés y la curiosidad de las y los niños por la ciencia.

El recorrido pues, contempla el diálogo directo con los investigadores que a la vista de todos hacen ciencia y la explican principalmente a los infantes.

El Acuario Mar de Cortes exhibe una de las peceras mas grandes del mundo, un enorme estanque con más de cuatro millones de litros de agua, donde dos buzos se desplazan entre tiburones y otras enormes peces que escénican, con una realidad extrema, lo que ocurre al fondo del mar. Aquí, a esta alucinante pecera, alguien con experiencia en el buceo, puede acceder por una módica cantidad extra.

Es increíble, la «joya de la corona», dice el inversionista Ernesto Coppel, quien arriesgó en este proyecto mil 200 millones de pesos, mientras acompaña a la comitiva y participa con entusiasmo, al igual que los guías preparados académicamente, para responder a cualquier pregunta, sobre todo a esos inesperados cuestionamientos de los infantes a veces nada fácil de responder.

De pronto, uno se abre paso por entre una especie de túnel que luego se convierte en techo de agua, con peces rodeando por todos lados; también, a unos pasos, una enorme pecera con especies exóticas en la que los visitantes pueden acceder por un tubo y mirar de cerca lo que ahi hay, como si estuvieran dentro del agua.

Pero luego viene la ola marina. Se trata de la reproducción de una enorme ola de verdad, que surge cada 45 segundos desde un techo oblicuo para desparramar el agua bajo el estruendo idéntico a la del mar. Ahi se siente la brisa marina y el rocío líquido que brota del choque contra las paredes de acrílico.

Los visitantes podrán, igualmente, conocer un submarino antiguo como el que imaginó Julio Verne en su Veinte mil leguas de viaje submarino.

Aunado a todo este espectáculo y más, pronto se fusionarán los show de Lobos Marinos, el espectáculo de las aves y el pingüinario, al igual que las peceras que contienen tiburones y especies diversas exhibidas en el «viejo acuario».

Será una fusión paulatina con, al mismo tiempo, una remodelación del antiguo edificio para que empate con la nueva arquitectura y diseño de las áreas verdes.

El Acuario Mar de Cortés, sin duda se coloca entre uno de los mejores del mundo, pero por lo pronto, al decir del empresario turístico Ernesto Coppel Kelly, «es el más chingón de América Latina».