En la región Asia Pacífico se encuentran las economías de mayor crecimiento mundial y China es por mucho el corazón de este dinamismo sin olvidar a Japón como su precursor seguido por otras economías. Por el lado del Pacífico, el papel de Australia y Nueva Zelanda no es menos relevante. Diez de los países de esta región se encuentran agrupados en la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) que conforman Myanmar, Brunei, Camboya, Filipinas e Indonesia, además de Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam.
Pues bien, el pasado 15 de noviembre se anunció que los 10 países de la Asean más cinco socios comerciales externos – Australia, China, Corea del Sur, Japón y Nueva Zelanda- concluyeron negociaciones para lograr el mayor acuerdo de libre comercio del mundo conocido como Asociación Económica Integral Regional -RCEP por sus siglas en inglés-.
No perdamos de vista que, en un esfuerzo de apertura comercial, en 2018 se iniciaron negociaciones para un eventual acuerdo comercial transpacífico conocido como TPP-11, que entró en vigor de forma gradual a partir del 2019 y del cual México forma parte junto con Canadá -su socio T-MEC- y otras nueve economías del Pacífico como Australia, Brunei, Chile, Japón, Malasia, a las que se suman Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam. Mientras tanto, Estados Unidos fue retirado por Donald Trump a su llegada a la presidencia en 2017 al mismo tiempo que inició una guerra comercial con China. ¿Por qué traigo esto a colación? Porque México está inserto ya en dos grandes bloques comerciales de forma directa; T-MEC y TPP-11 y de manera indirecta en el RCEP dado que en el seno del TPP ya tiene a siete socios comerciales que son miembros del RCEP. ¿Querrá Estados Unidos seguir cediendo espacios a China?