CHISPAZO

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LAS «CORCHOLATAS»: CAMPAÑAS MÁS ALLÁ DE MORENA Y DEL INE.
Felipe Guerrero.
Los aspirantes presidenciales avalados e impulsados por el Presidente López Obrador, iniciaron una campaña proselitista, abierta, sin límites, sin reglas específicas, más allá de MORENA y de la legalidad electoral.

Las llamadas «corcholatas» se mueven a su antojo, organizando actos para los que se requiere mucho dinero, sin fiscalización del Instituto Nacional Electoral y sin que exista diferencia alguna con el diseño y el ejercicio de una campaña constitucional.

Es tan laxo y tan arbitrario todo, que las agendas de los aspirantes nada tienen que ver con MORENA y sus reglas internas. Sus actividades están diseñadas para que hagan campañas fuera del partido y para que sus encuentros se organicen con diversos sectores de la sociedad, cuando legalmente las precampañas inician hasta octubre próximo.

El proceso sucesorio que abrió el Presidente tiene ya poco más de un año, tiempo en el que los aspirantes, unos más o otros menos, inundaron el país de propaganda utilizando la figura presidencial y derrochando dinero impunemente a la vista de la sociedad y a los ojos del árbitro. Y lo peor: Apoyados sin tapujos por los gobernadores de MORENA, funcionarios y legisladores. Lo que se creía desterrado regresó multiplicado, pese al verbo demagógico que ahora sí habíamos arribado al paraíso de la democracia.

Hoy, en esta segunda etapa, el llamado «proceso interno de MORENA», que no es interno ni moreno, inicia peor de descarado, violentando las reglas internas de ese partido y las normas electorales. El ejercicio de las peores prácticas antidemocráticas ya asomó el rostro en los primeros días.

Los acarreos, el regalo de dinero, las despensas, las tortas, las camisetas y las matracas, caracterizan el proselitismo de algunos de los aspirantes. Es el regreso de aquél viejo PRI, pero remasterizado.

Todos al ataque es la consigna. Los procesos electorales de Coahuila y EDOMEX, sus resultados, no fueron los esperados. El pánico invadió Palacio y al otro día la convocatoria del Presidente se centró en adelantar aún más el proceso. Desde entonces se estableció la sesión permanente y hoy los gobernadores de MORENA, encargados del proceso electoral en cada Estado, entran y salen de Palacio para rendir cuenta de sus avances. Ellos saben que sus adversarios no son los partidos opositores, sino grandes segmentos de la sociedad inconformes con el régimen.
Se avecinan tiempos nublados. Por el momento la ola de calor crece en el país, como preludio de una larga tempestad que se avecina, que requiere templanza, equilibrio y decisiones comprometidas.


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