CHISPAZO
LOS 100 DÍAS DE ESTRELLA
Felipe Guerrero Bojórquez
El presidente de los Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt, en 1933, al asumir el cargo, fue el primero que acuñó «los primeros 100 días de gobierno», lapso en el que firmó 99 órdenes ejecutivas, impulsó 15 proyectos de ley y provocó ante el Congreso 77 leyes. Eran los tiempos de la gran depresión y había que darle estabilidad al país, sobre todo económica.
Viene la referencia, y guardadas las proporciones, por los primeros 100 días de gobierno que próximamente cumplirá la alcaldesa de Mazatlán, Estrella Palacios, mandataria de un municipio cuyo deterioro en su infraestructura física y de servicios hace tiempo entró en estado crítico.
Hasta el momento, ni el gobierno municipal ni el gobierno del estado han presentado un plan integral de rescate de su movilidad, su infraestructura y sus servicios. A la ciudad no solo le hace falta, urgentemente, nuevas vialidades estratégicas, obras que desaten los nudos de la movilidad apretados por el crecimiento, sino que sus principales calles presentan un deterioro serio en sus carpetas de desplazamiento.
Solo es cuestión de darse una vuelta por el centro de la ciudad, para observar que el equipamiento urbano, principalmente el pavimento y el adoquinado, están hundidos, resquebrajados y con baches. Pero igualmente, con escurrimientos de líquidos negros que vuelven pestilente el ambiente. Tanto las aguas servidas como para el uso doméstico, están por toda la ciudad. Los hoyancos también.
Mazatlán no requiere ya de obras paliativas y de remiendos para salir del paso. Necesita de un liderazgo para encabezar una gestión con todos los sectores productivos y profesionales; de un plan rector de la ciudad de mediano y largo plazo encabezado por los que saben, no por los que hacen política para su beneficio; un plan rector más allá de un trienio y de un sexenio, y de la mediocridad de funcionarios sin perfil que están ahí con la encomienda de hacer negocios, a costillas de nuestros impuestos y pisoteando el futuro de nuestra ciudad y municipio.
Por eso Estrella Palacios tendrá que preguntarse con honestidad, a propósito de sus primeros 100 días de gobierno, si sus funcionarios, recomendados una buena parte de ellos, cumplieron en estos días con la encomienda central de proyectar, para el presente y el futuro, un municipio y una ciudad con calidad en sus servicios y niveles de bienestar; si estos funcionarios se han preocupado por cómo enfrentar la crisis o han preferido nadar de muertitos, porque lo que buscan no es beneficiar a los mazatlecos, sino beneficiarse ellos.
Mazatlán es un municipio gobernado en su mayoría por foráneos; gente que no conoce su historia ni sus antecedentes más inmediatos; gente ajena al espíritu pata salada; con evidente desconocimiento de sus necesidades fundamentales y reclamos sociales. Ellos quizá hagan lo suyo, cumplan con realizar lo que les encomendaron aquellos que ahí los pusieron, y luego se irán. Si te vi, ni te conocí.
No hay nada más indigno y humillante estar en manos de gente extraña, ajena a la comunidad, pero aún peor: que los llamados líderes empresariales, sociales y de profesionistas callen, avalen y permitan este tipo de imposiciones. A esto se le llama cobardía.
Ojalá que la presidenta Estrella Palacios se imponga, exija trabajo y resultados, pero sobre todo que sume a nuestros ciudadanos, profesionistas, técnicos, gente capaz y honrada de la comunidad, para desarrollar un plan amplio y de fondo e ir por el rescate de nuestro municipio y de nuestra ciudad. Es cuanto.
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