
CHISPAZO Felipe Guerrero. TRUMP: VIOLENCIA Y GUERRA. Después de los 75 años de edad, entre contemporáneos, la distancia en términos de vida se agranda a partir de los dos o tres años de diferencia, lo que no ocurre en la juventud. A la edad de Trump y Biden, dos o tres años marcan gran distancia, pero no necesariamente en términos de salud cerebral. Hay personas que con mas edad que otras son más lúcidas. Que Joe Biden tenga lapsus mentales es propio de sus 81 años, pero tampoco significa que Donald Trumpo a sus 78 no los tenga. No se trata de quien tenga menos o más tropiezos a la hora de enumerar, sino, a parte, lo mas importante es cómo conciben al mundo y a la vida. Al pueblo estadounidense se les cerraron las opciones electorales y las circunstancias les puso por enfrente al viejo Biden y al viejo Trump. ¿A quien irle? ¿Al Biden con cierto equilibrio emocional y racionalmente menos virulento, o a un Trump con lapsus mentales declarados y expresiones radicalmente violentas? Habría que imaginar el futuro inmediato de EU y el mundo con un Trump, en la presidencia, racista, engreído, soberbio, misógino, transgresor de la ley, resentido y proclive a la violencia, a una edad donde lo que menos le importaría es el derecho a la igualdad, la dignidad, la soberanía y la libertad de los pueblos del mundo. La humanidad en manos de un fanático, impulsado por millones de seguidores a quienes une la arrogancia, la discriminación y el odio. Si gana Trump la presidencia de Estados Unidos, la violencia y la guerra será el signo que marque el destino de esta nación y el mundo. ¿Qué decir de Biden? Por lo pronto el viejo Biden, frente al viejo Trump, ya perdió la partida. Los demócratas están a la deriva y EU también. De entrada, en su primer discurso como candidato, Trump ya arremetió contra nuestro país: Habló de deportaciones masivas de migrantes y dijo que no permitiría mas plantas chinas de autos en México. Así, sin más, por sus pitolas. Lo que nos espera si gana este bato. Ojalá y Biden lo entienda y renuncie a sus pretensiones de ser el candidato de los demócratas y que Kamala Harris o Michelle Obama brinquen a la palestra. Cualquiera de ellas traería la esperanza de derrotar al loco Trump que ya se cree presidente y amo del mundo. Lo de él es la violencia y la guerra en todos sus niveles. Da pánico saber que ahora, más desequilibrado que nunca, Trump pudiera tener a su disposición, única y absoluta, el botón rojo. ¡Puuumm!