Pues no están ustedes para saberlo, ni yo para contarlo, pero el último resquicio que tenía Donald Trum para poder colarse a una segunda temporada en la Casa Blanca se ha cerrado dejándolo con un palmo de narices. O sea, primero, solo al agente naranja se le pudo haber ocurrido que, para apuntalar sus argumentos triunfalistas de pobre y reguetonero gusto, tenía que inspirarse en la oposición mexicana de la “Eh, la Boa”, Frenaaa y Six por México, al alegar que fuerzas oscuras del comunismo internacional en el eje La Habana-Moscú-Pyongyang-Caracas se habían metido en las elecciones para alterarlo todo y llevar al sovietizado Joe Biden al poder. Algo, la verdad que ni los hillbillies ni los rednecks ni los del kukusklanes creerían (los cubanos de Miami sí, pero están hechos de otra pasta que los hace imaginar a Biden como el nuevo Fidel Castro y a la señora Harris como La Pasionaria) y que ronda formas insospechadas del delirio.
Por eso no me extrañaría que Rudy Giuliani, que está destruyendo a mazazos lo que le quedaba de prestigio, acuse a la KGB de haberle cambiado su Grecian 2000 por una versión cubana que en la conferencia de prensa se le fue escurriendo por el cráneo como una araña panteonera.
De veras, ya no se junten con Claudio Equis González.
Al rato alegarán los trumpistas que fue el marxismo-leninismo el que le arrebató a la DEA al general Cienfuegos. O sea, la DEA que, desde los tiempos de Kiki Camarena ha demostrado sus incapacidades. Agentes que vieron pasar por décadas toneladas de drogas sin que hicieran naená.
Igual que nuestros generalotes que estaban muy molestos porque don Chava había sido apañado, dicen, ahí refugiados en sus sociedades secretas muy demodés. A ver, una aireadita, una sacudidita, una sanitizada a esos rincones gachos que ya deben oler a naftalina y donde nomás acuden a tirar la polilla.
Ojalá sean capaces ellos mismos de agarrar a su compañero de sector y de regimiento, a Cienfuegos, para que lo sometan a un juicio ejemplar y si es necesario llevarlo al Cerro de las Campanas (digo, no teman, nada más para que sienta peligros en el callejón).
Como quiera que sea, después de un show legislativo como de película de Juan Orol (El fantástico mundo de los hippies), ya hay #CannabisLegal, la apertura para el uso lúdico de la mariguana, y podemos decirle adiós al medioevo. Ni siquiera Fox pudo desprestigiar a este movimiento.
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