El sistema de votación indirecto que se ejerce en Estados Unidos está a prueba en las elecciones de este 3 de noviembre, porque el ganador de la presidencia no es el que más sufragios de los ciudadanos tenga a su favor, sino el que más votos de los colegios electorales consiga.
Desde tiempo atrás, el sistema electoral norteamericano recibe cuestionamientos porque no otorga el mismo valor a los votos de los ciudadanos; sin embargo, hasta el momento, el esquema les da resultados y evita problemas mayores postelectorales.
Desde tiempo atrás, el sistema electoral de Estados Unidos se coloca como un ejemplo a seguir; sin embargo, como todo en la vida se presentan fallas y, en esta ocasión, la prueba será complicada ante todo lo que está en juego.
En las elecciones de este año, vuelven a chocar dos visiones, dos posturas, dos corrientes que se centran en dos temas, dar o no, continuidad a las políticas implementadas por el actual presidente Donald Trump.
Por un lado, Donald Trump, abanderado del Partido Republicano, busca la reelección por un segundo periodo de cuatro años, para continuar con sus políticas que se basaron en la división, en el cierre de fronteras y en las políticas inmigrantes; mientras que del otro lado se encuentra Joe Biden, candidato del Partido Demócrata, quien ya fue vicepresidente de los Estados Unidos de 2009 a 2017, y quien ofrece atender las demandas de los defensores de los derechos de los migrantes. De alguna manera, Joe Biden se coloca como una circunstancia porque en Estados Unidos, lo que realmente está en juego es que se siga con el mismo modelo o se cambie.
El fantasma de un conflicto electoral en Estados Unidos está presente y el peor escenario para México es que no se defina a un ganador, situación que se traduciría en diferentes complicaciones para la economía azteca que está ligada a la norteamericana.
México no puede dejar de analizar y tomar en cuenta lo que suceda en el país vecino, su principal socio comercial, el destino principal de sus exportaciones y el que genera la mayor cantidad de divisas.
Gane Trump o Biden, el resultado será casi el mismo para nuestro país, un complicado panorama, ante lo cual es necesario que México tome la iniciativa ante quien esté al frente de la Casa Blanca y aproveche de la mejor manera el T-MEC para reactivar la economía y lograr una recuperación en menor tiempo.
jaime.zambrano@FGTelevision.com