Docentes y alumnos de todos los niveles educativos del Estado de México, anhelan volver a las clases presenciales. La posibilidad la ven muy lejana ante la falta de una vacuna para contrarrestar la letalidad del virus Sars Cov 2 causante de Covid. Hay esperanzas de que llegue el antídoto, pero lo que no hay es una fecha probable para que se empiece aplicar. Y eso retrasa las posibilidades de volver a las aulas.
Académicos de la Universidad Autónoma del Estado de México, han hecho interesantes planteamientos sobre las experiencias adquiridas y vividas de impartir clases en línea. Todos coinciden en lo valioso que ha sido la tecnología para no detener el proceso de enseñanza aprendizaje.
Ha servido de mucho, para cumplir con los planes y programas de estudio, pero hay una postura unánime de los estudiantes y maestros, con respecto a la tecnología como instrumento del proceso de enseñanza aprendizaje, que no sea elemento fundamental en la formación académica y sea sólo una herramienta importante.
Maestros y alumnos de todos los niveles educativos, han expresado su deseo de volver a las aulas principalmente por la necesidad de la interacción social y la comunicación personal entre docentes y estudiantes y las actividades propias extra aulas que se dan durante un ciclo escolar.
Para los estudiantes y los maestros todo el entorno de un espacio educativo es pedagógico, no sólo el aula, sino los espacios comunes como los patios, las bibliotecas, las cafeterías y los espacios propios para la actividad física mediante eventos deportivos, así como los culturales y artísticos.
Todo lo que hay dentro de los espacios educativos, es parte de la formación académica de los estudiantes, no sólo la asistencia a clases, y hoy las condiciones de la pandemia Covid-19 impiden ese proceso de formación, porque todos se encuentran en sus espacios viviendas.
Los docentes desde su casa imparten clases y los alumnos en sus casas reciben el conocimiento. Lo cual es bueno porque no se detiene el proceso de formación, pero hace falta el contacto social y otros procesos que ayudan al crecimiento intelectual y del pensamiento crítico de los estudiantes de todos los niveles.
Y la posibilidad de volver a las clases presenciales cada vez se aleja por dos razones. La primera la falta de una fecha para que llegue la vacuna y se aplique. La segunda y para muchos especialistas en salud e investigadores sociales muy importante, la falta de conciencia social de muchas personas por seguir los protocolos de prevención para evitar el contagio.
Es precisamente la falta de esa conciencia lo que ha impedido que el color de los semáforos cambie para aproximarse al verde, y de esta manera volver a las actividades docentes de manera presencial que es lo que anhelan maestros y alumnos.
Otros especialistas exponen que también la estación invernal es otro factor que aleja la posibilidad para volver a las clases presenciales en el corto plazo.
Todo se complica. Ojalá se asuma conciencia para alcanzar el semáforo verde y volver a las clases presenciales. Las necesitan todos.
Ya veremos cómo nos comportamos para que así sea.