Dice un refrán popular qué: “De músico, poeta y loco, todos tenemos un poco”.
Como casi todos los proverbios algo tiene éste de razón, pues si consultamos alguna de las numerosas y distintas clasificaciones existentes sobre trastornos mentales, encontraremos que varios de los síndromes y síntomas que ahí se mencionan, resultan fácilmente reconocibles en nuestro propio comportamiento.
Esto no significa que estemos locos, no completamente; sino que ocasional o permanentemente, nuestra mente puede verse afectada por factores desestabilizantes, tal y como sucede con cualquier parte de nuestro organismo, haciendo que nuestras reacciones no sean las mejores ante un estímulo suficientemente intenso que nos haga “perder la cordura”.
Trastorno de déficit de atención e hiperactividad, calvario de muchos padres; Autismo y sus síndromes incluido el multicitado “Asperger”, atribuido con absurda ligereza por los medios a algunos personajes famosos; Trastorno de bipolaridad; Trastorno depresivo que junto con el Trastorno de ansiedad son hoy de los más diagnosticados; Trastornos de personalidad entre los cuales se halla el enmarañado TLP, hiper desgastante tanto para el que lo padece como para quien lo acompaña; Trastorno Obsesivo compulsivo y así un largo etcétera de tipos, sub tipos y síntomas, que incluyendo las parafilias (alteraciones del objeto del placer sexual) antes llamadas “perversiones”, en mayor o menor medida forman parte de nuestra extraña y compleja naturaleza humana.
Pero en este oscuro bosque de patologías mentales, hay una que particularmente llama mi atención por la rapidez con la que se ha propagado, su alto grado de contagio y el daño social que causa, me refiero a la mitomanía, una forma de mentira patológica que en las redes sociales a encontrado un caldo de cultivo ideal.
La mitomanía es una perturbación de la personalidad presente en varias enfermedades mentales, una adicción a mentir que en ocasiones lleva al mitómano a romper el contacto con la realidad, sobre todo cuando se combina con el poder que se tiene, o que se cree tener.