En la recta final del gobierno del presidente Donald Trump, su poder empieza a reducirse y comienzan los reveses de los jueces contra medidas impulsadas en la gestión que comenzó en el año 2017 con acciones contra los migrantes.
Un juez federal de Estados Unidos determinó suspender las expulsiones de inmigrantes menores no acompañados en la frontera sur, es decir, la colindante con México, ante los efectos que pueden desencadenar. El gobierno de Trump justificó la expulsión de los menores bajo el argumento de que podrían representar un riesgo ante la pandemia de covid-19; sin embargo, la situación cambiará a partir de la decisión del juez federal Emmet Sullivan del Distrito de Columbia.
La gestión de Trump decidió aplicar una política contra los migrantes y de cierre de fronteras a cualquier precio. La pandemia fue el pretexto perfecto para la gestión saliente norteamericana aplicara expulsiones inmediatas de migrantes. La gestión federal aplicó las expulsiones apoyándose en una vieja norma de salud pública relativa al control de las epidemias en la frontera.
Ante la demanda que interpuso la organización no gubernamental American Civil Liberties Union (ACLU), quien emprendió la defensa de un menor de edad de Guatemala que salió de su país perseguido por las opiniones políticas de su padre, el juez del Distrito de Columbia bloqueó la expulsión de menores de acompañados.
Para el juez, los menores afectados podrían sufrir un daño irreparable; además declaró no estar convencido por los argumentos presentados por el gobierno federal de que representen un riesgo para la salud.
La American Civil Liberties Union explicó que el fallo es un paso fundamental para detener los intentos de del gobierno de Estados Unidos de expulsar a niños utilizando como pretexto la salud pública.
De acuerdo con la ACLU, desde el inicio de la pandemia y hasta octubre de este año, cerca de 13 mil menores pudieron haber sido expulsados hacia México o hacia sus países de origen sin haber tenido acceso a pedir asilo.
Ahora, ante la salida de Trump se espera que las políticas contra los migrantes cambien y, al menos, ya no se apliquen expulsiones automáticas y se puedan presentar audiencias para analizar cada caso y abrir la posibilidad de asilo para aquellos que están viviendo un infierno en sus lugares de origen.
La llegada de Biden no garantiza un mejor trato a los migrantes; sin embargo, la salida de Trump es un primer avance para que cambie una política en la que los llamados sin papeles eran tratados como delincuentes.
jaime.zambrano@FGTelevision.com