Los dos casos más grandes de corrupción en las estructuras de seguridad en el país, curiosamente, no se ventilan en juzgados mexicanos sino en cortes de los Estados Unidos de América donde se les ha investigado y realizado cargos por apoyar a grupos del narcotráfico y hoy me pregunto, ¿dónde están las autoridades mexicanas encargadas de investigar y perseguir actos de corrupción?
Me refiero a los casos del ex secretario de Seguridad, Genaro García Luna, otrora hombre fuerte en la lucha contra el narcotráfico del ex presidente Felipe Calderón, y del ex secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, durante la administración del ex presidente Enrique Peña Nieto.
Cómo es posible que antes que en nuestro país se detectaran los movimientos seguramente inusuales de ambos personajes y a dos años de llegada la 4T al gobierno federal, con el ímpetu mostrado además por la Unidad de Inteligencia Financiera, dirigida por Santiago Nieto, no fue sino hasta que actuaron los norteamericanos, que nos enteramos de las presuntas tropelías llevadas a cabo por ambos personajes y su estrecho vínculo con grupos de criminales.
¿Qué está pasando en nuestro país que nuestras autoridades no son las que están deteniendo y llevando a juicio a quienes desde el ámbito de la seguridad se han prestado a servir no a los ciudadanos sino a los criminales? Porque antes de las acciones emprendidas en Estados Unidos, en México no había, ya no digamos una acusación, ni siquiera una investigación al respecto y eso me lleva a otra reflexión.
Se nos dice que por una persona no se debe juzgar a toda una institución y me parece correcto, lo que no me parece es que hoy no se haya dado aún un golpe de timón y una investigación exhaustiva sobre posibles actos de corrupción en las áreas de seguridad, incluyendo a la Secretaría de Seguridad Ciudadana y al Ejército Mexicano, cuya confiabilidad no es la primera vez que se ve mermada.
miguel.puertolas@FGTelevision.com