Aunque podría pensarse que Nuevo León no tuvo tanta participación en la Revolución Mexicana, en parte por la lejanía con el centro, la realidad es que factores como el ferrocarril y la importancia industrial y política del territorio hicieron al estado trascendental en la lucha revolucionaria.
Leopoldo Espinosa Benavides, historiador y cronista oficial de Monterrey, hizo un recuento de algunos de los momentos más importantes de la Revolución Mexicana ocurridos en Nuevo León.
Con Manuel González en la presidencia, un amigo cercano de Porfirio Díaz, México se abre paso a la inversión extranjera. Es ahí donde llega el ferrocarril a Nuevo León, con Bernardo Reyes, un político jalisciense cercano a Díaz, como gobernador de la entidad.
“En esa época nacieron las grandes empresas de Nuevo León, con Bernardo Reyes de gobernador y Porfirio Díaz de presidente, la Fundidora, Cervecería, ahí es donde entra el ferrocarril, en 1882, cuando se crean grandes empresas, se interconecta Monterrey con el resto del país y el mundo”, señala.
Porfirio Díaz no fue el único que se perpetuó en el poder y que dio una sensación de falta de democracia en el país. Bernardo Reyes, impuesto por el mismo Díaz como gobernador de Nuevo León, estuvo en el cargo por más de 20 años.
Uno de los primeros atisbos que se dio en Nuevo León de lucha revolucionaria y de sangre fue un enfrentamiento que se dio por la represión del gobernador Bernardo Reyes, ante una protesta en su contra, con tintes electorales, según relata Espinosa Benavides.
“Cuando buscó reelegirse tuvo un enfrentamiento fuerte, el 2 de abril de 1902 mandó dispararle a una multitud, una caravana que estaba apoyando al candidato contrario, recorrieron desde La Alameda hasta el Palacio, en Plaza Zaragoza corrió la sangre, hubo muchos muertos y heridos”, cuenta.
El año del estallido llega a Nuevo León, vía ferrocarril, Francisco I. Madero, a Monterrey, el 5 de junio de 1910, en un evento que resalta por la cantidad de gente que acudió a recibirlo.
“Los políticos tenían que llegar en ferrocarril; llegó a la estación Unión, que estaba en las calles de Cuauhtémoc y Pino Suárez, 10 mil personas lo recibieron, fue una multitud”, señala Benavides.
Apenas un día después, Madero es aprehendido en Monterrey junto a su abogado, Roque Estrada, luego de pronunciar un fuerte discurso en contra de Díaz, en la misma Estación Unión.
Luego de pasar unos días en la ciudad es trasladado a San Luis, para luego escapar y volver a hacer una escala en Monterrey para viajar finalmente a San Antonio, para promulgar finalmente el Plan de San Luis, que daba un ultimátum a Díaz hasta el 20 de noviembre de 1910.
El ferrocarril también fue importante, de acuerdo con el relato de Leopoldo Espinosa, para la presión y posterior toma de Ciudad Juárez, en mayo de 1911, que culminó con la renuncia de Díaz.
“Ahí había centenares de soldados de línea y leva del cuartel de Monterrey, desde aquí se mandaban caballos, cañones, demás artículos, salieron de Monterrey de la estación Nacional del Ferrocarril, rumbo a Ciudad Juárez, ahí es cuando ya llega todo el suministro de Monterrey, es cuando Porfirio Díaz se rinde y se acaba la presidencia”, expresó.
La segunda parte de la Revolución Mexicana en contra de Victoriano Huerta significó un máximo interés para empresarios de Nuevo León, explica Leopoldo Espinosa Benavides, quien explica que querían continuar con las concesiones y privilegios.
Esta situación los llevó a formar sus propios grupos militares con hasta 250 efectivos, en un cuartel que se localizaba en Madero y Juárez. En octubre de 1913 se da el primer asalto a la ciudad de Monterrey, luego de que llegara un ejército a la ciudad, vía ferrocarril.
“El general Pablo González Garza inició el asalto a la ciudad y entró por el norte de la ciudad, llegó hasta la Cervecería Cuauhtémoc, dos días después, el 24 de octubre de 1913, Pablo González ya estaba en las puertas del palacio de gobierno, pero unos cuatro mil huertistas reaccionaron y conservaron la ciudad”, relata.
De acuerdo con el cronista de Monterrey, ese mismo día, al ser rechazados por los huertistas, las fuerzas revolucionarias tomaron la estación Del Golfo, asegurando miles de kilómetros de vías para evitar que llegaran más enemigos, lo que a la postre les permitiría tomar Monterrey, el 24 de abril de 1914.
El historiador Óscar Torres Flores relata lo difícil que fueron los días en la ciudad con esas batallas, del 18 al 24 de abril, con enfrentamientos desde la zona Topo Chico hasta el centro de Monterrey.
“La ciudad se llenó de barricadas, se levantaron torretas de madera con presencia de tiradores y empresas como la Cervecería se dotaron de elementos armados para su defensa”.
Es el 23 de abril cuando se da el ataque más fuerte a Monterrey, con enfrentamientos en lo que hoy es la zona de Céntrika, Cervecería, Fundidora, la antigua estación Del Golfo y el Obispado.
“Los combates se dan por distintas zonas de la ciudad, no solo por el norte, y es el 24 cuando las tropas federales se retiran de la ciudad. A partir de entonces Monterrey es carrancista”, señaló Torres Flores.
Otro de los acontecimientos importantes que se dieron en Nuevo León y que involucran el ferrocarril se dio luego de los enfrentamientos y tensiones que se generaron en el tiempo de la convención de Aguascalientes. En los primeros días de enero de 1915, los carrancistas de Antonio Villarreal se enfrentaron con los villistas de Felipe Ángeles, en Coahuila.
“Villarreal y algunos constitucionalistas abandonaron la ciudad y se reunieron con Pablo González; antes de salir de la ciudad de Monterrey, los carrancistas incendiaron la estación Del Golfo, no totalmente, pero sí prendieron fuego, esta desocupación de la ciudad, los villistas la aprovecharon y entró de gobernador Felipe Ángeles”, cuenta el historiador.
De visita
Los generales Felipe Ángeles, Francisco Villa y Pablo González arribaron por la estación Del Golfo.
El paro
La producción de la Cervecería Cuauhtémoc se detuvo en 1914, cuando los constitucionalistas tomaron Monterrey.
Alcance
El ferrocarril también fue importante para la presión y posterior toma de Ciudad Juárez.