Ayer, Donald Trump visitó el muro que construyó en la frontera entre México y Texas. No ha servido de mucho, al menos mucho menos que otras medidas que tienen que ver, sobre todo con la ayuda mexicana en las fronteras norte y sur, pero como es su costumbre llenó de mentiras el discurso.
Apareció junto al muro, porque el bien sabe que el de la migración sin documentos es un tema que interesa a una base más amplia de estadunidenses que la de su base furiosa. No es una casualidad que después de décadas, y con presidentes y legislativos republicanos y demócratas con cualquier tipo de combinación, haya sido imposible llegar a un acuerdo sensato, humano y funcional.
La estrategia trumpiana, guiada por Stephen Miller, uno de sus principales asesores y uno de los políticos antinmigración más rudos que se tenga memoria, fue la de la rudeza en todos los ámbitos y todos los sentidos. Fue la estrategia que dio votos y apoyos, pero no es solución.
Y esa estrategia incluyó presionar a México, al gobierno de Andrés Manuel López Obrador a hacer cosas que eran difíciles de imaginar como el programa MPP, que deja a quienes piden asilo en México en condiciones terribles, o la movilización de Ejército a la frontera sur para detener y disuadir a migrantes centroamericanos.
En una semana habrá otro presidente en la Casa Blanca y uno que controla ambas cámaras. En lo dicho y prometido en campaña hay la promesa de echar para atrás varias de las más radicales acciones trumpianas, pero no hay mucho más que buena voluntad y mucho palabrerío en términos de solución integral a un problema que sigue ahí con millones de personas, entre ellos millones de mexicanos, viviendo a la sombra de la legalidad y siempre perseguidos.
Y viendo el desastre económico provocado por la pandemia en México y en Centroamérica, no tardaremos mucho en ver aumentos dramáticos en la migración hacia al norte. ¿Qué hará México en la frontera sur? ¿Aceptar que lo hecho fue por el chantaje trumpiano? Pero más importante, ¿qué hará Biden con su Legislativo, sus compañeros de partido que están divididos en el tema y frente a los republicanos?
Y todo esto tendrá que ser pronto, porque el verano puede volver a ser de crisis en las fronteras, y no hay muro que sirva, aunque ayer Trump nos quiso convencer de lo contrario.
@puigcarlos