El Australian Square Kilometer Array Pathfinder (ASKAP), un radiotelescopio ubicado en el interior de Australia Occidental, trazó un mapa de las galaxias en solo 300 horas o 12,5 días. Este es un aumento significativo con respecto a las encuestas anteriores, que han llevado años.
El resultado es un nuevo atlas del universo, según la agencia científica australiana CSIRO, que desarrolló y opera el telescopio.
«ASKAP está aplicando lo último en ciencia y tecnología a viejas preguntas sobre los misterios del universo y equipando a los astrónomos de todo el mundo con nuevos avances para resolver sus desafíos», dijo el martes el CEO de CSIRO, Larry Marshall, en un comunicado.
Es la primera vez que ASKAP se prueba en su totalidad. El nuevo mapa cubre el 83% de todo el cielo y muestra nuestras galaxias con un detalle sin precedentes.
Los científicos también esperan encontrar decenas de millones de nuevas galaxias en futuros estudios ASKAP, dijo el autor principal y astrónomo de CSIRO, David McConnell.
Los astrónomos de todo el mundo podrán utilizar los nuevos datos para «explorar lo desconocido y estudiar todo, desde la formación de estrellas hasta cómo las galaxias y sus agujeros negros supermasivos evolucionan e interactúan», agregó McConnell.
Los resultados iniciales fueron publicados el martes en las Publicaciones de la Sociedad Astronómica de Australia.
ASKAP está compuesto por 36 antenas parabólicas, que trabajan juntas para tomar fotografías panorámicas del cielo. La alta calidad de los receptores del telescopio significa que el equipo solo necesitaba combinar 903 imágenes para formar un mapa completo del cielo, en comparación con estudios anteriores, que necesitaban decenas de miles de imágenes.
Los nuevos datos permitirán a los astrónomos realizar análisis estadísticos de grandes poblaciones de galaxias, ayudándoles a comprender cómo evolucionó y se estructura el universo.
«ASKAP es un importante desarrollo tecnológico que pone a nuestros científicos, ingenieros e industria en el asiento del conductor para liderar el descubrimiento del espacio profundo para la próxima generación», dijo la ministra de Industria, Ciencia y Tecnología de Australia, Karen Andrews. «Este nuevo estudio demuestra que estamos preparados para dar un gran paso adelante en el campo de la radioastronomía».