El show ha comenzado. El smile and click está por aquí, por allá y por acullá; Photoshop y tacos de la esquina, ¡uh!, ¡la combinación perfecta!
Huele a huesito de erario, al de las elecciones más grandes de la historia de México, y los candidatos lo saben, la tendencia del hate nacional, chairo o fifí, harán un efecto cascada en muchos lugares, y el que se mueve, no sale en la foto… ¡La foto!
Los verás en cualquier momento: mientras comes, cuando scrollees en el trabajo, justo antes de que compartas la imagen de tu comida, o cuando estés en el baño. Ahí aparecerán ellos, los suspirantes y los que incluso ya están palomeados.
Los verás poniendo el pinito de Navidad, comiendo taquitos en un puesto callejero que acaban de conocer, abrazando gente que antes no abrazaban, conociendo lugares, en los populares girasoles, lo que se les ocurra que antes no se les había ocurrido.
Los pro candidatos mentalizan y producen su propio reality show y lo ofrecen en el lugar donde todos convergen: las redes sociales lo harán hasta el hartazgo.
¿Estás list@? ¡Ay! Ahí vienen también las rémoras políticas; los compas y comas de la cuatroté, las de la renacida rebeldía panista, las “zopiloteras” priístas… y los otros, que de repente aparecen en el panorama y por el citado efecto dominó, se convierten en diputados, regidores, hasta gobers.
Has de recordar a varios personajes que se colgaron de corrientes electorales tan poderosas como la de alternancia de Fox en el 2000 o la 4T hace un par de años, incluso por acá en Tamaulipas, con algunos penosos personajes de los Vientos de Cambio.
Les diremos “Los olvidados”.
Como sea, se colarán entre las decenas de miles de candidatos y estarán en las boletas.
El 6 de junio de 2021, los mexicanos (una lista nominal de 94 millones 800 mil ciudadanos) elegirán un total de 21 mil 368 funcionarios públicos, 3 mil 528 representantes populares, casi 10% más que en la elección presidencial de 2018.
En 30 estados se renovarán 15 gobernadores, 500 diputados federales, mil 063 locales y mil 926 presidentes municipales.
La meta 21 es todo un evento, y su show mediático, premeditado, y hasta abusivo, es un mal necesario de la democracia, hasta que en algún momento no predomine el voto de odio y hartazgo.
Mientras tanto, en voz de Farrokh Bulsara… Freddie Mercury… Queen, pues: “el show debe continuar”. _