Paso mucho tiempo en Chiapas, donde es inevitable la convivencia con la pobreza. Pero a pesar de mi innata compasión hacia los pobres, tengo que recordar muchas veces nuestra responsabilidad de su situación para no sentirme seriamente incómoda ante las consecuencias de sus actividades de sobrevivencia:
Por mi ventana veo con rabia la creciente mancha del cerro que indica la actividad de una calera destructiva e inexorable. Avanzo a la mancha donde encuentro a un grupo de campesinos con mirada desafiante queriendo decir: ¿y qué?
Las cunetas de las carreteras, que son zona federal para poderlas expandir algún día de desarrollo, ya están ocupadas por casetitas de madera talada de los bosques de al lado donde venden todo tipo de cosas de la misma tala.
En la caseta secuestrada de peaje, donde un grupo de pobres me pide dinero, pregunto por qué: “somos desplazados y el gobierno no hace nada”
La gasolina huachicol de Guatemala está acabando con los gasolineros locales.
Dentro de las múltiples actividades productivas que estoy promoviendo, la respuesta de los inversionistas es: ¿y cómo sacar los productos ante carreteras bloqueadas?
En el programa Sembrando Vida, los campesinos talan sus árboles para hacerse acreedores al programa.
En los gasoductos que queremos tender para electrificar el país, el principal obstáculo son las comunidades que requieren “mordidas”, que retan la rentabilidad del proyecto.
Por más que queramos invertir, nuestro desarrollo está secuestrado por la pobreza. De una pobreza delincuente cuyas acciones de sobrevivencia están minando nuestras posibilidades. De una pobreza desafiante ante la que el gobierno no puede usar la fuerza de la ley so pena de una mayor violencia e inseguridad.
El crecimiento incluyente no es un buen deseo, sino una necesidad. Como estrategia, nuestros proyectos de inversión tienen que diseñarse para ser intensivos en mano de obra y su capacitación, creando un mercado interno. La pobreza de 42 millones de mexicanos no es solamente, pues, una manifestación de nuestro desarrollo sino su obstáculo principal. O los incluimos o nuestro futuro seguirá secuestrado por sus acciones destructoras de supervivencia.
@PatyArmendariz