El partido naranja entró en crisis la semana pasada. A Luis Donaldo Colosio le han propuesto ya otras opciones para la candidatura a gobernador. Y las está tomando en serio. Quienes ofrecen son el PAN y, sí, Morena.
Colosio salió lastimado. Esperaba en MC una contienda interna en la que sí hubiera posibilidades de salir como candidato. Se bajó cuando tuvo claro que aquello no era serio: que la candidatura ya estaba cantada para Samuel García, quien no estaba dispuesto a renunciar bajo ninguna circunstancia; que le habían aplicado, desde fuera, una finta para darle falso brillo a la batalla interna: una idea engañosa de que se trataba de un partido como los grandes.
Está molesto. En sus palabras no hubo respeto para él en ese proceso partidista que nunca fue tal. Esto explica tal vez por qué no estuvo presente en los rituales de registro y de inicio de precampaña del ahora aspirante único a la grande por MC, Samuel García. No tenía por qué apoyar lo que él percibe como un juego de niños.
Y escucha sin dudarlo las propuestas externas. Está el ofrecimiento del PAN, que lleva meses buscando un candidato externo que pueda unir a las cúpulas dirigentes (una más que otra) y tratando de oponer un frente ante una ola morenista que se ve venir fuerte en el estado. Colosio podría ser el as bajo la manga que no han podido sacar en meses de pesquisa. Incluso era él una de las figuras fuertes en caso de alianza. Justo ayer el PAN aplazó su proceso interno hasta el 15 de diciembre, para darse más tiempo de tomar decisiones y planchar acuerdos.
Morena tiene sus propias tensiones. Clara Luz Flores, inminente candidata, tiene todavía un trecho por recorrer entre el plato y la boca. Y no hay a la vista quién pueda suplirla, con posibilidades de éxito. Sin duda, de ahí surge este nuevo ofrecimiento.
En MC las espadas políticas están desenvainadas. Se verá: las contiendas más fuertes se dan entre los que alguna vez fueron amigos. Y compadres.
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