(2da. Y última parte)
Mensajes, llamadas, correos, noticias, un torrente de pesares y tristeza. Quizá como nunca, la sociedad lagunera vive el dolor de la enfermedad y la muerte.
¿De qué se trata esta pandemia del Covid-19?
Los “… mi pésame” no cesan. La consternación aflora, hay lágrimas, otra u otro cercano dio positivo al contagio, hay hospitalizados e intubados, el escenario es de tragedia. L
a enfermedad impensable causa inquietud, incertidumbre, angustia, ansiedad; falta el aire, se comercializa el oxígeno.
En este país de terribles injusticias y desequilibrios para sobrevivir al padecimiento del virus o tenemos dinero o irremediablemente moriremos.
Desconozco si esta desolación nos hará cambiar tantísimas cosas de nuestro trajinar cotidiano, si aceptaremos por fin aprender a vivir de mejor manera, a comer, beber y consumir sano y no lo que atenta contra nuestra salud física y emocional, si adquiriremos hábitos de higiene.
O si esta desdicha será útil para retomar el camino que nos reencuentre como humanidad, con la familia, volver a la casa, atender lo importante, superar apegos y vicios impuestos, arrancarnos la obsesión por lo banal.
Por ahora, más de mil hogares en Torreón y la Laguna de Coahuila y Durango están de luto, más un impotente clamor no escuchado por familiares de miles de personas desaparecidas.
Nada es mejor.
Nombres y apellidos apuntalan el índice de contagios y fallecimientos en esta región que no acaba de ser una ni metropolitana.
Durango en semáforo rojo ¿y Coahuila? Al final, el trastorno social sufre otro golpe por políticas públicas inciertas, ubicadas en la periferia de lo insensible, en la parafernalia mediática que vuelve legítimo lo ilegítimo e inmoral.
¿Por qué la gente no hace caso a nadie y su irresponsabilidad es del mismo tamaño que de quienes debieran poner orden?
¿Por qué no hay un verdadero liderazgo en Coahuila que restablezca el orden, la confianza, la esperanza y la dignidad extraviados en la anarquía?
¿En aras de la “libertad”, “garantías individuales” y falsos apapachos clasistas se vale arriesgar la salud y vida de la inmensa mayoría?
Este yugo me cerca.