Zoom no se menciona en la denuncia, pero fuentes familiarizadas con la investigación identificaron a la empresa como Zoom. La compañía confirmó que Jin era un ex empleado con sede en China.
«Nos enteramos durante el curso de nuestra investigación que el ex empleado con sede en China acusado hoy violó las políticas de Zoom al, entre otras cosas, intentar eludir ciertos controles de acceso internos», dijo Zoom en un comunicado. «También nos enteramos de que este ex empleado tomó medidas que resultaron en la terminación de varias reuniones y cuentas, y compartió o dirigió el intercambio de una cantidad limitada de datos de usuarios individuales con las autoridades chinas».
Zoom dijo que «despidió» al empleado por violar las políticas de la empresa y «colocó a otros empleados en licencia administrativa hasta que finalice nuestra investigación».
Jin, de 39 años, está acusado de conspiración para cometer acoso interestatal y conspiración ilegal para transferir un medio de identificación, según una denuncia presentada en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Este de Nueva York.
Jin monitoreó de manera proactiva videoconferencias que cubrían temas políticos y religiosos inaceptables para el Partido Comunista Chino (PCCh) y el gobierno chino desde enero de 2019, dice la denuncia.
También utilizó identificación falsa y presentó denuncias falsas contra los usuarios de la plataforma para justificar la terminación de reuniones y cuentas de usuario, según la denuncia.
Jin supuestamente fabricó informes a los superiores de la empresa de que los usuarios que hablaban en contra del gobierno chino apoyaban a organizaciones terroristas, incitaban a la violencia y distribuían pornografía infantil, dice la denuncia.
El gobierno chino usó información de Jin para tomar represalias e intimidar a los usuarios y sus familiares que vivían en el país, alega la denuncia.
«Jin cometió delitos voluntariamente y trató de engañar a otros en la empresa, para ayudar a las autoridades de la República Popular China a censurar y castigar el discurso político fundamental de los usuarios estadounidenses simplemente por ejercer sus derechos a la libre expresión. Las empresas de tecnología estadounidenses hacen que esas empresas, y sus usuarios, sean vulnerables a la influencia maligna del gobierno de la República Popular China «, dijo el fiscal federal interino Seth DuCharme en un comunicado de prensa.
Se sabe que Jin se encuentra en la provincia china de Zhejiang y no está bajo la custodia de Estados Unidos según la oficina del fiscal de Estados Unidos.