América dejó en el aire la segunda plaza, era su objetivo, pero ahora no está en sus manos mantenerla. Las Águilas empataron 1-1 en su visita a FC Juárez. El plan de darle juego a futbolistas que no han tenido tanta actividad no salió tan bien y podrían bajar al cuarto puesto. Es evidente que hay jugadores en Coapa con un nivel muy por debajo de las expectativas y pensar que pueden ser una ayuda para la Liguilla es muy aventurado.
Si la semana pasada América destacó por su juego de conjunto, porque dio un paso al frente, en el partido contra Juárez quedó claro que hay jugadores que están por debajo del nivel que exige una camiseta como la de las Águilas, porque no están en un nivel que puedan llegar a ser solución en un momento de apremio.
Y es que Miguel Herrera le dio la confianza a Andrés Ibargüen, Sergio Díaz, Alonso Escoboza y Ramón Juárez. El colombiano fue voluntarioso, pero pesó poco en ataque, al paraguayo es obvio que le falta mucho tiempo de juego para ponerse a tono. Escoboza no logró proyectarse por la banda y Juárez quedó corto en la marca de Lezcano en el primer gol.
No encontró América la brújula en el partido, falto de capacidad creativa, tampoco tuvo el talento individual de otras jornadas como para pensar en rescatar el partido. Y es que muy pronto se mostró la vulnerabilidad de las Águilas. Luis López filtró un pase al que Fuentes quedó cortó y Juárez llegó tarde a la marca de Lezcano, quien venció a Ochoa al minuto 9.
Si se esperaba un arrebato de América, un agitación que les llevará a pelear por la segunda posición, no hubo ni una ni otra, niveló un poco la intensidad, pero fue incapaz de exigir a Palos, ni un solo tiro a gol. Mientras Juárez no dejaba de sacarle sustos a la retaguardia de las Águilas, pero Ochoa estuvo atento en un par para evitar más daño. Lezcano marcó el segundo, pero le fue anulado por una falta sobre Fuentes. Y Mauro Fernández se perdió otra en un remate con la cabeza.
Aunque América tuvo más pelota, pero le costó un rosario pararse con peligro en el área de Juárez. A trompicones, Richard Sánchez fue el que trató, pero al mediocampista le bloquearon el tiro y aunque se revisó una posible falta sobre él, no se determinó que hubiera penal.
Y todo lo que no tuvo América en el primer tiempo lo tuvo en los primeros segundos del complemento: un tiro de Díaz que se fue rosando el palo de la portería de Palos. Pero Juárez sabía que encomendarse a su mínima ventaja era un riesgo, mantuvo la tensión para no perder sus opciones de Liguilla y no dejó de buscar el arco de Ochoa.
El Piojo pasó a Córdova como compañero de Henry y a Díaz a la banda derecha. Sánchez madrugó en un tiro libre, asistió a Juárez, pero Ramón remató de mala forma y se le escapó una clara a las Águilas.
El esfuerzo de América fue un poco mayor, pero no era la noche de la puntería amarilla. Córdova se plantó en el área, chutó con la zurda y Palos le quitó el empate. Se le fue agotando el tiempo. Pero América rescató el empate a cinco minutos del final por la vía de Henry Martin, el mejor delantero de las Águilas cabeceó un tiro libre al que Palos no pudo llegar. Ese gol eliminó a los Bravos, que apostaron por defender su gol y pagaron muy caro su apuesta.