César Cadena, presidente del Consejo de Administración de Grupo Energéticos (Energex), no cambiaría por nada un “cortadillo con tortillas de harina” y analiza sobre lo que ha significado este tiempo de pandemia de covid-19.
Asegura que para ser empresario se necesita primero tener valor y explica que frente a la situación actual, se trabaja más o el negocio muere.
El también presidente del Clúster Energético de Nuevo León consideró que los negocios tienen que ser ordenados en ingresos y egresos, y aun cuando sea muy exitoso, la disciplina y el orden son elementos básicos para mantener a flote una empresa.
“La pandemia nos ha hecho más conscientes, ahora no se puede pensar solo en las utilidades como una meta, sino ir más allá, es decir, pensar en el bienestar de los trabajadores, clientes y proveedores”, externó.
¿Quién es César Cadena y qué le preocupa?
Soy empresario mexicano dedicado al negocio energético. ¿Qué me preocupa? Pues que haya un estado de indefinición del rol de las empresas en el sector energético. Mientras el gobierno no tenga una definición, no vamos a hacer nada.
¿Y la familia?
Tengo a mi esposa y mis hijos —dos varones y una mujer—, cinco nietas y un nieto, esa es mi familia inmediata. Nosotros somos seis hermanos, todos vivos gracias a Dios y estoy en contacto continuamente con ellos, ese es mi círculo familiar.
Mi papá era militar, pero mi mamá tenía dos hermanas aquí.
¿Cuando era niño que quería ser de grande?
En aquella época eras niño y no querías más que ser niño. Eran tiempos hermosos donde los niños jugaban en la calle con lo que fuera, una piedra, una pelota. No tenías otra cosa que hacer más que ir a la escuela y jugar.
¿Cómo fue su vida de estudiante?
Estudié Ingeniería Química en la Universidad Autónoma de Nuevo León. Fue una época muy bonita, éramos 30 alumnos, con algunos de ellos mantengo una amistad iniciada hace 60 años. Era la generación 1958-1963.
¿Sus inicios laborales dónde se dieron?
Cuando estaba en la escuela daba clases y así fue como me allegaba de recursos económicos. Los tiempos económicos eran malos, y después empecé a trabajar en una empresa que vendía equipos de laboratorio, equipos de control y junto con un compañero iniciamos un negocio.
¿Era idealista o pragmático?
Yo creo que de jóvenes todos somos idealistas por definición. Te tienen que gustar las causas pérdidas, las causas del rico contra el pobre. Con los años te vas haciendo del centro y al final terminas tratando de ser justo.
¿Tiene algún pasatiempo?
Hacer ejercicio. Yo todas las mañanas me salgo a caminar, antes de la pandemia iba al gimnasio, ahora camino.
El cine, es mi segundo hobby, me gusta mucho, y un tercero es el convivir con amigos.
Ahorita con la pandemia y teniendo la sana distancia he procurado no perder esa convivencia en la medida que se pueda y tomando todas las medidas de prevención.
¿Cuál es su bebida favorita y su platillo predilecto?
Me gusta el vino tinto, es lo que tomo. Mi platillo favorito no tengo, todo me gusta, principalmente la cocina mexicana.
Me encanta la cocina del norte, como un cortadillo con tortillas de harina, me parece espectacular. Por un cortadillo yo no me haría vegetariano, jamás renunciaría a un cortadillo con una tortilla de harina.
¿Qué significa ser empresario en México en este momento?
Para ser empresario necesitamos primero tener valor de ser empresario. La gente piensa que ser empresario, que ser tu propio jefe es muy sencillo y muy cómodo, y no es así.
En la vida real los negocios tienen que ser ordenados en sus ingresos y egresos. Entonces tenemos que trabajar más y ser muy conscientes. Tenemos que ver por el bienestar de nuestra propia gente.
¿Cuál es su mayor éxito?
Tratar de ser feliz con mi familia, con mi empresa, con el Clúster. Tratar de dejar una huella, no porque tengamos que dejar una huella, sino el dar una muestra de servicio porque siempre hay gente que podemos ayudar. Yo creo que ese es el mayor éxito.
¿Prefiere bailar o escuchar musica?
Escuchar música, para el baile no soy muy bueno. Me gusta mucho la música mexicana.