Cuando se habla de la lucha por los derechos de las mujeres, Nury Romero Santiago es un referente obligado en el sur del estado. La presidenta de la Colectiva Feminista Tamaulipeca, afirma que decidió estudiar derecho como una segunda carrera, para poder defender a las féminas de la violencia familiar y de género.
La también regidora del Ayuntamiento de Ciudad Madero confiesa que la cocina no es su fuerte, mas procura consentir a su familia con platillos colmados de mucho amor.
¿Cuál es tu mayor pasión?
Ayudar a la gente, es una enseñanza que recibí de mis padres quienes en ocasiones preferían quitarse el taco de la boca para darlo a los vecinos.
¿Cómo fue tu niñez?
Tuve una infancia feliz y libre, en donde reinaban las risas y los juegos con mis primos, de quienes aprendí a nadar desde muy pequeña en el río cuando bañábamos a los perros; fue algo inolvidable ya que el miedo pasaba a segundo término mientras me sumergía en esas todavía cristalinas aguas.
Fueron años muy lindos entre jugar a las escondidas, el basquetbol, andar en bicicleta, el tirar las canicas, el hacer los trucos de fantasía del balero y el trompo, todos los días eran inolvidables.
Recuerdo bien que los vecinos me decían “Ñeca”, apodo que recibí con amor de parte de mi abuelo materno quien nos enseñó desde chicos que todo lo que se quiere se logra con esfuerzo y dedicación, pero también la responsabilidad de brindar la mano a quienes necesitan de nosotros.
¿Qué recuerdas de tus padres?
Mis padres ayudaban mucho a la gente, un claro ejemplo de ello era que tenían dos hijos adoptivos, quienes eran en realidad sus ahijados pero tomaron su tutela con el fin de brindarles todo su amor. Tuve una madre muy exigente, ya que te corregía en el momento y con una sola mirada te ordenaba, era toda una maestra en el manejo de la chancla y el cinturón, ya que cuando uno se portaba mal simplemente nos tiraba esos objetos o lo que tuviera cerca.
Mi padre era todo lo contrario: era una persona muy amable y que irradiaba amor, era mi héroe, me enseñaba con el ejemplo y jugaba demasiado conmigo, él me enseñó cómo realizar con mis propias manos los papalotes, piñatas y esferas de huevos para Navidad.
Era tan lindo que te daba de comer en la boca lo que él comía, siempre se preocupaba que uno estudiara para ser alguien en la vida, pero jamás nos llegaba a pegar, solo nos demostraba que con esfuerzo y dedicación se lograba todo. Recuerdo que un día llegó del mar después de meses de haber salido a la captura de camarón y fue recibido por mi madre con la novedad que no me aprendía las tablas de multiplicar.
Por lo que me pidió que trajera mi cuaderno y una tabla de madera, luego con su singular forma de hablar me dijo que me hincara y que no me pararía hasta que me las aprendiera. Lo mismo pasó al día siguiente, pero en esta ocasión con un block de concreto. Al tercer día ya me sabía bien todas las tablas.
¿Cuándo aprendiste a conducir?
A los 10 años mi hermano me enseñó a manejar motores fuera de borda, aprovechando que mi padre tenía barcos camaroneros, en ese tiempo no existían las vedas.
Eso me ayudó a tener más confianza para que a los 12 años pudiera manejar un automóvil Valiant bajo la supervisión de mis padres y me permitió apoyar a mi padre cuando él necesitaba que alguien le llevara la comida cuando daba mantenimiento al barco en el que salía a realizar la captura del crustáceo.
¿Para ti qué representa tu familia?
Es la base de mi vida, lo más importante, por lo que trato de ser mejor cada día, y a pesar de no poderles dar todo mi tiempo sí busco brindarles tiempo de calidad y en el momento que mi familia lo requiera o necesite busco de todas las formas posibles el estar con ellos, ya que son mi motor de vida y mi oxígeno para vivir.
¿Qué soñabas ser de grande?
Desde muy pequeña mi meta era ayudar a mis padres, soñaba con tener mi propio negocio pero sin dejar de ayudar a mi familia, por lo que estudié contabilidad, lo que me permitió poner mi granito de arena al hogar. Pero tras el paso del tiempo y la necesidad de dar la mano a los que menos tienen, decidí estudiar también la carrera de Derecho, misma que me dio la facilidad de brindar apoyo principalmente a las mujeres que sufren violencia doméstica.
¿Qué haces en tu tiempo libre?
Me gusta dormir, ver películas y series como “Caso Cerrado” y “Supervivencia al Desnudo”. Los disfruto en compañía de mis seres queridos, mientras en lo referente a la música me encantan las norteñas, aunque no soy de las que sacan brillo a la pista.
¿Qué deportes te gustan y prácticas?
Lo que más me gusta es practicar cardio y caminar, aunque el basquetbol me fascina y cuando tengo tiempo acudo a los partidos de Huracanes Tampico.
ICGC