Aunque semanas atrás estuvo a nada de dejar Barcelona, es difícil imaginar a los culés sin Lionel Messi, y viceversa. Su debut el 16 de octubre de 2004 marcó un antes y un después del equipo; sin embargo existió la posibilidad de ver al argentino vistiendo la camiseta de otro club desde años atrás.
Aquella noche de octubre, un joven Lionel Andrés Messi Cuccittini salió del banquillo, comandado aquel entonces por Frank Rijkaard, para tener sus primeros minutos en La Liga ante el Espanyol. Miles de aficionados fueron testigos del debut de quien se volvería su ídolo.
Pese a sólo disputar 10 minutos del encuentro, luego de sustituir a Deco, el club blaugrana estaba interesado por cederlo a otro equipo para que tuviera más minutos, puesto que competir ante figuras como Ronaldinho o Samuel Eto’o era imposible.
Por consiguiente, uno de los equipos interesados fue el propio Espanyol, quienes ya habían presentado una oferta desde la etapa de Messi en las inferiores. Los Periquitos, comandados en esos años por Bartolomé Márquez López, soñaban con tener al nacido en Rosario entre sus filas.
Luego de varias semanas de rumores, el argentino se percató que su préstamo sería una realidad, incluso pidió que, si saldría a otro club, que fuese de Barcelona. Gracias a ello, los directivos de Espanyol estaban emocionados por el casi oficial traspaso de Messi; empero, sólo bastó con unos minutos para que todo se derrumbara.
Messi, intransferible
Llegó la pretemporada 2005-2006 y el conjunto culé, como es costumbre, disputó el torneo Joan Gamper frente a la Juventus de Turín. En aquella ocasión, el técnico tomó la decisión de enviar al joven Lionel al once titular, con el fin de poner a prueba sus capacidades.
Aunque el muchacho de 18 años tenía un pie fuera del Barcelona, Messi fue convocado y lideró la delantera de aquel encuentro. En lo que parece un acto de mucha suerte, gracias a aquel partido ante la Juve, las negociaciones entre Espanyol y los culés se cayeron.
En tan sólo 10 minutos, Lionel Andrés cautivó a los directivos, compañeros e incluso rivales, quienes dieron crédito al jugador por ponerse frente a figuras como Alessandro del Piero, Fabio Cannavaro y Zlatan Ibrahimovic.
Al demostrar su habilidad en el terreno de juego, Messi disputó los noventa minutos del partido. Pese a que Juventus se llevó la victoria en penales, todos los presentes quedaron maravillados por la actuación del argentino, de tal modo que Fabio Capello, técnico de la Vecchia Signora en aquellos años, pidió fichar a Lio; pero los directivos le dijeron que era «intransferible».
El Barcelona estuvo a nada de cometer, probablemente, uno de los errores más grandes en su historia. De no ser por ese partido, seguramente el futuro de Lionel Messi en el club sería distinto. A 16 años de su debut con los blaugranas, el astro argentino es considerado como el mejor futbolista, no sólo del equipo, sino del mundo.
RGS