Los cambios post-pandemia


El día de ayer el Reino Unido se convirtió en el primer país en aprobar la vacuna contra la COVID-19. 

Con la aprobación de esta vacuna el panorama económico y social en 2021 luce, sino alentador, si con un mejor aspecto que el año que está por terminar. 

Con el pasar de los meses leyendo distintas fuentes de información en la que economistas, politólogos y filósofos participan a través de artículos y/o columnas he visto que la mayoría de ellos/ellas coinciden en que el modelo económico que priva en el mundo cambiará, de igual manera, resaltan que la implementación de un estado de bienestar en los países de occidente será un tema que los gobiernos pondrán a discusión.

A pesar de los estragos económicos originados por la crisis financiera del 2008 el mundo siguió apostando por la misma receta económica: el neoliberalismo. 

Muchos países se dejaron llevar porque a nivel macro la economía crecía a tasas del 7% o más en su PIB, mientras que a nivel micro la economía era distinta, la clase media empezaba a tener problemas en su poder adquisitivo y los pobres se hicieron más pobres. El 1% de la población más rica empezó a concentrar aún más la riqueza no solo en México, sino en todo el mundo. Con la pandemia el modelo económico habrá de cambiar de rumbo. 

Los gobiernos y la iniciativa privada tendrán que apostar por una economía solidaria, debido a las restricciones económicas la desigualdad social aumentará, por ende, es necesario replantear la política económica.

Por otra parte, la pandemia vino a reconsiderar la necesidad de volver a impulsar un estado de bienestar global. 

El resquebrajamiento del estado de bienestar en la década de los 80´s originó que los gobiernos tuvieran poco margen de maniobra en el desarrollo y bienestar de sus países, dejando al mercado el arbitrio de sectores básicos como es el de la salud. 

México ha enfrentado la pandemia con mucha dificultad, el sistema de salud público es deficiente, la mayoría de los médicos que trabajan en hospitales no cuentan con los insumos necesarios, una estadística que refleja lo mal que está nuestro sistema de salud es la siguiente: 

El 85% de las personas que fallecieron por COVID-19 en hospitales, murieron en instituciones públicas. 

De acuerdo con Héctor Hiram Hernández Bringas, académico del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM, la tasa de letalidad por COVID-19 se cuatriplica en hospitales públicos que en los privados. 

Sin duda alguna, veremos en los siguientes meses que los sistemas de salud públicos en el mundo habrán de rediseñarse.

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