Mucho se habla hoy de varios aspectos políticos que impactan directamente al desarrollo del país, especialmente si consideramos que las empresas llamadas PYMES participan con el Producto Interno Bruto (PIB) con un 52% y otro porcentaje importante de grandes empresas con el 31%.
Es decir que dichos datos nos muestran un gran sostenimiento del país es por parte de las organizaciones privadas, las cuales con los cambios de dirigentes de la economía y otros sectores del actual gobierno nos llevan a preguntarnos ¿si “este barco va a buen puerto”?, más aún si recordamos que estamos en medio de la peor crisis de salud de las últimas décadas.
Mi afán no es pesimista, pero sí de reflexión al respecto, pues el que tengamos en este gabinete:
Una licenciada en literatura en Economía, un agrónomo en PEMEX, un arqueólogo en ISABI, un diseñador gráfico en SEDATU, una maestra de historia en INEGI, una maestra de profesión en BIENESTAR y una periodista en Seguridad es para ponernos, no solo a pensar, sino a trabajar en cómo sacar a este país adelante.
Definitivo que para los que somos empresarios y sabemos de perfiles y selección de personal, estos personajes, y lo digo con todo el respeto que merece su aún no probada capacidad o competencia, ni siquiera formarían parte de la terna de seleccionados para al menos calificar a exámenes psicométricos, pues aunque parezca increíble en México (país del todo sucede), estos distinguidos mujeres y hombres, hoy forman parte del gabinete que espero y su equipo de asesores, sacarán al país de la profunda crisis en la que está a punto de llegar en los próximos meses.
Lo anterior no es más que el resultado de la poca formación en cuanto a designación de puestos y la poca cercanía y hasta rechazo por adoptar prácticas que con éxito las empresas tienen implementando cientos de años y que en un afán de “desmarcarse”, las desdeñan y subestiman, adoptando políticas de asignación de puestos con criterios realmente desconocidos.
No estaría nada mal en el gobierno, la adopción de prácticas o metodologías probadas dentro de las empresas como: una planeación estratégica, FODA, CANVAS, SCRUM, creación y diseño de organigramas basado en competencias y un sinfín de formas de realizar un plan que ayude a este país a desarrollar mecanismos para salir de la crisis en la que, de no atenderse los temas prioritarios nos hundiremos en una de las crisis de las cuales se puede tener memoria.
Y es que, los argumentos, de “yo tengo otros datos”, “son prácticas fifís”, “primero el pueblo”, entre otras y, que gozan de una gran aceptación entre ciertos sectores de la población no ayudan a reforzar al país en pro de una nación que sea digna de tener una economía, ya no digo de potencia mundial, sino digna.
Estas afirmaciones no hacen más que acrecentar la brecha entre los sectores productivos y sus líderes versus la clase que de un tiempo a la fecha ve a los patrones como los acaparadores de capital y que solo disfrutan de su riqueza, fruto de abusos y en casos más extremos de robos.
Invito a los empresarios que unamos nuestros talentos, habilidades, competencias y esas ganas de que este país no solo salga de la crisis, sino salgamos fortalecidos, y busquemos no desmoralizarnos y realizar a tiempo una planeación estratégica, un FODA y demás prácticas para visualizar y ver un escenario que nos permita con, sin y a pesar de las políticas del gobierno posicionarnos como empresas dignas del México que merece y necesita.