Nos lo han dicho hasta el cansancio. Estamos muy lejos de dar “carpetazo” a la complicada situación que se ha vivido en este 2020, por lo que debemos seguir con las recomendaciones de salud. Pero para muchos la paciencia ha llegado a su límite, por lo que están retomando sus actividades normales; lo que está generando la escalada de contagios. ¿Exceso de confianza o necesidad de volver a la normalidad?
Es completamente entendible que muchos negocios y gente que en la calle se gana la vida, ya no puedan esperar ni un segundo más para tratar de levantar sus desgastadas finanzas. Pero ¿las fiestas, las reuniones sociales, los eventos concurridos son indispensables? Países en Europa están nuevamente en alerta máxima, encerrados de nuevo ante el alarmante incremento de contagios de los últimos días. Nuestro país no puede permitirse ese retroceso, pues éste representaría una fuerte lluvia sobre mojado en una economía ya muy dañada.
El exceso de confianza se ve por todas partes. Muchos supermercados ya no están pidiendo que ingrese uno por familia, en muchos de ellos están permitiendo el ingreso de grupos completos, incluidos niños. Restaurantes que cada vez se ven más llenos, personas sin cubrebocas y reuniones sociales sin ningún control. Gente que se molesta porque se le impide entrar a algún lugar por no traer cubrebocas e incluso muchos que aseguran que “el famoso virus no existe”. Y todo esto, pese a que cada vez resulta más frecuente el saber de alguien cercano a nosotros que contrajo la enfermedad o que inclusive perdió la vida por esta causa.
La normalidad que estamos esperando aún se ve muy lejos y seguramente ni la ansiada vacuna nos la traerá, pues muchos tendremos que esperar a su aplicación por no ser parte de los grupos vulnerables a los que se les dará prioridad. Así que, si deseamos tener una vida “lo más parecida” a lo que queremos, tendremos que seguir con las medidas de prevención dejando de creer que somos inmunes o inmortales. En nuestras manos está avanzar a semáforo amarillo y posteriormente a verde, en vez de retroceder a rojo. Así que si no tienes síntomas, no salgas a buscarlos; si ya los tienes, no salgas a regarlos.
O a ti ¿qué te dice el espejo? _