No importa si Biden o Trump


Ayer llegamos al rojo vivo en nuestros análisis de las elecciones presidenciales de Estados Unidos sobre quién, si Biden o Trump, sería mejor para su país y el mundo. Y la respuesta no es trivial.

Creo que un elemento central para festejar al ganador es que garantice desechar las reglas neoliberales por sus consecuencias adversas sobre la distribución del ingreso que tanto han desestabilizado y dividido a la sociedad, nuestro y su principal mal de estos tiempos. Y ninguna de sus investiduras partidistas lo garantiza.

La sociedad estadounidense es víctima de dichas reglas que acertadamente, creo yo, reconocen los beneficios del libre mercado y la libertad individual, pero no cuidan los daños colaterales en la distribución del ingreso que éste puede provocar. Aprovechan el poder monopólico que también puede ser producto del libre mercado para beneficios individuales y para lo mismo reconocen el poder del Estado solamente para asociarse con y para rescates de crisis, provocando aún más desigualdad y poco progreso y crecimiento. Adam Smith mismo nos advirtió de cuidar estas consecuencias adversas.

Pero el no cuidar distribuir los beneficios de los negocios generando más empleo e ingreso,trae consigo el germen de destrucción del libre mercado y sus beneficios potenciales. Porque la historia nos muestra que, justamente como ocurrió en los años 30´s, y en el México de los 70´s, el descontento social provocado puede conllevar medidas correctivas estatistas hasta exageradas.

Estados Unidos es el mejor ejemplo de este fenómeno del neoliberalismo.

En ese país, como consecuencia de la pobreza generada antes y durante la Gran Depresión, el descontento provocó un período “Keynesiano” redistributivo donde el coeficiente de Gini, que mide los niveles de concentración del ingreso, cayó de .5 a .38 de 1933 a 1970. Pero la supuesta exageración de la intervención estatal provocó la embestida neoliberal, impulsada y sembrada durante los gobiernos de Reagan y Bush donde el aumento en la concentración del ingreso ha llevado al Gini a niveles de los 30´s, ahora con Trump, y aun visible descontento social.

Y no es que para esta tarea los demócratas estén mejor dotados: 20 de los 50 años de neoliberalismo han tenido un presidente demócrata, la mitad de los años han tenido un congreso a partes iguales, y más de la mitad del tiempo una Cámara de Representantes predominantemente demócrata. Así que no nos cuenten que los demócratas han sido menos neoliberales que los republicanos bajo mi definición. No hay evidencia empírica ni durante los más largos períodos demócratas que se haya claramente revertido esa tendencia concentradora.

Y para cerrar con broche ni siquiera de cobre, los neoliberales no pueden ni presumir que esto ha sido en aras del crecimiento económico. A lo largo de este período neoliberal los crecimientos del PIB alcanzados han venido paulatinamente disminuyendo, indicando una relación directa entre crecimiento y distribución, porque hay menos de dónde repartir, porque donde no hay crecimiento no hay posibilidades de hacerlo.

Así que no importa si Biden o Trump desde el punto de vista del crecimiento incluyente. Basta que el ganador se comprometa a buscar mecanismos para dar a todos oportunidad de ingreso productivo. Estados Unidos volvió a votar ayer por la igualdad. Es la oportunidad del ganador de corregir rumbo.

@PatyArmendariz



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